La Universidad de Salamanca aborda desde este martes en un congreso internacional con 40 ponencias y nueve mesas redondas la violencia de género desde el punto de vista de los derechos humanos. A lo largo de tres días, hasta el próximo 5 de diciembre, profundizarán en diferentes cuestiones como el papel de las instituciones en la protección de las mujeres, los derechos humanos y la mujer en el ámbito internacional, los aspectos penales y procesales en la violencia de género o la inteligencia artificial en la perspectiva de género.
El acto inaugural contó con la presencia del rector, Juan Manuel Corchado, quien recordó que el congreso, que cumple su sexta edición, es una de las actividades “más relevantes” que organiza a lo largo del curso la Unidad de Igualdad de la Universidad de Salamanca. “La igualdad es la base de una sociedad justa, abierta, fuerte, abierta y libre. Tenemos que estar atentos para prevenir los abusos”, manifiesto en declaraciones recogidas por Ical durante su intervención en el Aula Unamuno de las Escuelas Mayores.
El rector recordó que, además, la cita conmemora el vigésimo aniversario de la Ley Orgánica 1/2004 de medidas de protección integral contra la Violencia de Género. “España es un país pionero en esta lucha, con leyes y regulaciones que, después, han tenido repercusión en otros países. Esta ley ha supuesto avances y ha contemplado aspectos no exentos de polémica”, refirió.
En cualquier caso, dejó claro que la Usal está “firmemente comprometida” con la igualdad entre mujeres y hombre y comprometió a impulsar los estudios necesarios para profundizar en este ámbito. “Nos ponemos al servicios del desarrollo de las personas y su dignidad para alcanzar una sociedad donde no exista esta violencia y enarbolar la bandera de la lucha contra la desigualdad y la erradicación de la la violencia de género”, finalizó.
Colaboración interinstitucional
Por su parte, el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, destacó el compromiso del Ayuntamiento con la promoción de la “igualdad real” entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la sociedad salmantina. Un trabajo en el que “se va de la mano” con otras instituciones y las asociaciones de mujeres.
García Carbayo recordó que la “base de operaciones” de ese compromiso del Ayuntamiento con la igualdad es la Casa de la Mujer Clara Campoamor, “un espacio en el que se aúnan los principales recursos municipales a disposición de las mujeres”. Entre ellos destaca la Escuela de Igualdad, por donde han pasado casi 3.000 personas en las actividades programadas en los dos últimos años. El programa de Alta Dirección e Innovación para Mujeres y el Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer son otros importantes recursos para incrementar la presencia y responsabilidad de la mujer en los órganos de gobierno de la empresas, por un lado, y para prestar atención a las víctimas de la violencia machista y de agresiones sexuales, por otro.
El primer edil también subrayó que la Policía Local cuenta con una unidad específica de apoyo a la mujer con “una excelente coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. Finalmente García Carbayo recordó que el próximo 10 de diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos, cuya cuna está en Salamanca gracias a la aportación de Francisco de Vitoria. En 2026 se celebrará el quinto centenario de su Escuela de Salamanca que contará con un amplio programa de actividades.
Sin perfil definido
La perspectiva policial, no obstante, fue aportada por el comisario jefe de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Salamanca, Claudio Javier Díaz, quien apuntó que, con cada caso de violencia de género le sigue recorriendo “un escalofrío por todo el cuerpo”. “Es una violencia silenciosa que parece que aflora cuando se manifiesta en su máxima expresión, que es la muerte de una persona, pero que siempre está ahí. Tiene una complicación, que es el silencio de las víctimas y de su entorno. Si no se denuncia, sigue ahí y va socavando a toda la sociedad en general”, reflexionó.
Por otro lado, se refirió a la distorsión de la investigación que conlleva que haya sentimientos de por medio entre víctima y autor. “Eso condiciona y mucho porque la víctima, a veces justifica, da la vuelta al patrón y a su propia conducta porque los sentimientos pueden sobre la razón y eso dificulta mucho la investigación. Si no se trabaja adecuadamente a la víctima, ese vínculo afectivo hará que la afloje y el autor lo aproveche”, advirtió.
Por último, recalcó que, en este tipo de crímenes, no hay perfiles definidos. “En Salamanca, por ejemplo, sabemos que la violencia de género está empapando todos los sectores de la sociedad. Cualquiera puede ser autor o víctima. Pero no hay que desesperar, no perderse ni perder el foco. Porque la unidad institucional da resultado. Y se puede quebrar jamás. Podemos pelearnos en otras cosas, pero en esto no podemos pelearnos”, concluyó.