Aunque algunas titulaciones ya han iniciado sus clases, la Universidad de Salamanca no comenzará hasta el próximo 1 de octubre su curso escolar. Será entonces cuando se vuelvan a llenar por completo las aulas charras (así como la de los campus de Béjar, Zamora y Ávila) con los más de 20.000 estudiantes que, cada año desde hace tiempo, el Estudio salmantino viene acogiendo.
Una cifra de estudiantes que, este año, volverá a crecer. Así lo confirmaba Ricardo Rivero en rueda de prensa, señalando que este curso 2020/2021, pese a las peculiaridades por la situación sanitaria, mantendrá la tónica de años anteriores en lo que al crecimiento de estudiantes se refiere.
Un incremento, eso sí, que no alcanzará “los niveles que en un curso normal hubiera propiciado”, ha detallado Rivero, poniendo como ejemplo que se ha perdido un número importante de estudiantes internacionales (tanto Erasmus como propios de la USAL, especialmente en posgrado) que se han encontrado con dificultades de movilidad en sus países de origen.
No obstante, el crecimiento, aunque pequeño, será un hecho, tanto en Grado como en Posgrado. En lo que a los estudios de Grado respecta, y a falta de la celebración de la EBAU de septiembre (que está teniendo lugar este jueves y viernes), había 40 estudiantes menos respecto al año pasado. Sin embargo, desde la USAL se tiene la certeza que la matriculación de los alumnos en septiembre será superior a esa cifra, por lo que “previsiblemente tendremos más estudiantes, aunque no muchos”.
En Posgrado, el rector dividía al alumnado en Máster y Doctorado. El número de matriculaciones en los primeros es sensiblemente más baja respecto al pasado año aunque “se ha ido corrigiendo”. Así, actualmente hay más de 1.200 alumnos matriculados, lo que supone cerca de un centenar menos en comparación al curso anterior.
Sin embargo, el número de doctorados prácticamente se ha doblado, pasando de los 370 del pasado año a los 687 actuales, lo que hace que el número total de estudiantes de Posgrado haya aumentado.
En líneas generales, Rivero también apuntó que, si bien es un cálculo difícil de realizar, el número de estudiantes que se desplazarán a Salamanca será muy parecido al del pasado curso (hay que señalar que los estudiantes de Doctorado no tienen la necesidad de estar físicamente en la localidad charra), lo que supone todo un “desafío logístico” para la Universidad y para la ciudad.
Crecen las matrículas de nuevo ingreso, algo “significativo” dadas las circunstancias
El rector señalaba que si este aumento se ha dado se debe al crecimiento de las matrículas de alumnos de nuevo ingreso en Grado. “Es ahí donde se produce la diferencia”, indicaba, reflejando que actualmente, y a falta de las matriculaciones tras la segunda convocatoria de la EBAU, contaba ya con cerca de 200 estudiantes más de nuevo ingreso respecto al pasado año.
Así, si el pasado año fueron 3.725 nuevos alumnos y alumnas los que iniciaron sus estudios superiores en la Universidad de Salamanca durante el curso académico 2019-2020, esta vez serán cerca de 4.000 los que lo hagan. Una cifra nada desdeñable y más que significativa dado el contexto sanitario actual, que podría haber motivado un descenso en las nuevas matrículas.
Todo ello lo mostró Rivero a través de una plataforma que les permite saber el estado de matriculaciones en tiempo real. “Esto sí que es transparencia”, bromeó.
La Universidad de Salamanca cuenta, todavía, con un plazo más de matriculaciones durante el mes de septiembre (sin contar con el que termina este viernes 11). El mismo se producirá del 24 al 28 de septiembre, y será ahí cuando puedan inscribirse en el Estudio salmantino, en cualquiera de sus campus, los estudiantes que finalicen la EBAU este viernes.
Se pierden cerca de 400 estudiantes Erasmus más muchos alumnos de Posgrado de otros países
Tal y como comentaba el rector, la Universidad de Salamanca no ha crecido como debería haberlo hecho sin coronavirus, en parte, por la pérdida de estudiantes internacionales. Si el año pasado llegaban al Estudio salmantino cerca de 1.000 alumnos y alumnas gracias al Programa Erasmus, este año serán 600 (400 menos) los que vengan de otras universidades europeas durante los meses de septiembre y octubre.
Pese al notable descenso, causado exclusivamente por la pandemia mundial (muchos jóvenes han descartado venir por las restricciones de movilidad impuestas en su país así como por seguridad), la cifra sigue siendo alta.
Es decir, en un contexto sanitario como el actual, se trata de una gran cantidad de estudiantes. También es alta la cifra de estudiantes de la USAL que marchan a otro país gracias al Programa Erasmus: 500, solo 100 menos que el curso pasado.
Pero los Erasmus no son la única pérdida del Estudio salmantino en lo que a estudiantado internacional se refiere. El rector también recordaba que una gran cantidad de alumnos de otros países vienen a Salamanca a cursar estudios de Posgrado, tanto másteres oficiales como títulos propios. Un posgrado nutrido, principalmente, por jóvenes procedentes tanto de Iberoamérica como de Asia (principalmente China), dos regiones con las que la Universidad de Salamanca guarda grandes relaciones históricas.
Sea como fuere, la Universidad de Salamanca ha vuelto a demostrar sus fortalezas en un contexto de crisis y ha logrado sobreponerse a una pandemia mundial para continuar creciendo en número de estudiantes, aunque no tanto como le gustaría. Pero, a buen seguro, esta es una nueva piedra que le permitirá seguir expandiéndose en los próximos años.
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