Este jueves, 13 de mayo, ha tenido lugar la sesión ordinaria del Claustro Universitario de la Universidad de Salamanca en la que el rector, Ricardo Rivero, ha expuesto su informe en el que ha hecho balance de un curso académico que ha estado marcado por la presencialidad del Estudio salmantino.
Y es que la Universidad de Salamanca fue la primera de todo el sistema universitario español en hacer una apuesta segura y decidida por esa presencialidad que no sólo le ha valido el reconocimiento del resto de centros españoles (y de otras partes del mundo), sino que también ha servido de inspiración para que otras muchas universidades fueran abandonado el modelo online progresivamente en pos de la asistencia presencial de sus alumnos.
Precisamente, Ricardo Rivero ha querido sacar pecho de esa presencialidad y ha destacado que si se apostó por este sistema fue porque así lo solicitó el pasado año la comunidad universitaria. En ese momento, el equipo rectoral que dirige comenzó a desarrollarlo y, como ha apuntado, “no ha estado del todo mal. Pregunten a compañeros y colegas de otras universidades del sistema español o del mundo cuánta presencialidad han tenido”.
De hecho, el rector pedía no caer en halagos ni alharacas sino acudir a términos comparativos, en los que la Universidad de Salamanca, comparada con cualquier otro centro universitario de España, ha ofrecido una presencialidad “sobresaliente”. “No es una presunción, es un dato”, ha remarcado, recordando que en ningún momento se han tenido que parar las clases de manera general por la incidencia.
Porque ese es otro aspecto que se ha demostrado, “que no hay relación entre la presencialidad y la transmisión epidemiológica”. Así lo han confirmado los datos aportados por un Sistema de Vigilancia Epidemiológica que fue creado por la USAL y posteriormente ‘copiado’ por el resto de universidades españolas.
Asimismo, Rivero ha querido poner los ejemplos de las universidades de Granada o Santiago de Compostela, que tuvieron que interrumpir sus sistema de presencialidad durante semanas por la alta incidencia o apostar por un modelo telemático completo. “Habrá instituciones que hagan una comparativa mayor, pero estos son datos, y nosotros estamos tenemos una comunicación cotidiana con otros rectores, con agentes del sistema universitario…”, ha añadido.
Es más, ha rememorado que el Ministerio de Universidades apostaba por un modelo telemático y la propuesta adversativa nació en la Universidad de Salamanca. “¿Cuántos estudiantes han podido estar este año en sus universidades de manera presencial? Podíamos haber hecho mucho más, claro, pero lo que se ha logrado es gracias al esfuerzo de muchas personas”, ha resaltado.
“Mi agenda es pública, y un rector es elegido para servir a la comunidad universitaria”
Muchas de las anteriores palabras de Ricardo Rivero fueron en respuesta a las críticas vertidas por el profesor Mariano Esteban, otrora vicerrector y ahora postulándose a candidato al Rectorado en las elecciones que deberán celebrarse, en principio, en otoño de este 2021. Unas palabras que, eso sí, llegaron en boca de la catedrática de Geología Mercedes Suárez Barrio al estar el profesor Esteban ausente por problemas de salud.
Ricardo Rivero también quiso mandarle ánimos de manera pública después de haberlo hecho en privado, y de la misma manera agradeció esas críticas porque “son estimulantes y nos impiden descansar”, añadiendo que a él todas las objeciones a su gestión le dan “energía para trabajar más”.
No obstante, Rivero recalcó que su agenda en todo momento “es pública”, por lo que se puede demostrar que en ningún momento ha hecho dejación de funciones, y reiteró que un rector es elegido “para servir a la comunidad universitaria”, algo que él ha hecho “con todo mi tiempo, atención, mi alma y, por supuesto, mis defectos”, agradeciendo precisamente la ayuda que recibe de todo su equipo rectoral por ayudarle diariamente.
Así, valoró que las medidas que se han ido adaptando a lo largo de la pandemia, en medio de “circunstancias tan difíciles”, han sido “en tiempo real” y han servido como reacción a hechos que sucedían en un período corto de tiempo. Pero, aunque no hayan podido tomarse con toda la antelación deseada, porque era imposible dada la situación, lo cierto es que han permitido desarrollar “cualquiera de los procesos sin las incidencias de otras universidades”.
Como ejemplo, además de los anteriormente mencionados de Granada o Santiago de Compostela, el rector ha resaltado que el pasado año no tuvo que interrumpirse en ningún momento el proceso de evaluación porque se cayera el campus online (Studium), algo que sí ocurrió en otros centros; o que no ha tenido que aplazarse este año una semana por los contagios de COVID-19.
“Se han hecho esfuerzos internos importantísimos, y los vamos a redoblar”, prosiguió el rector, quien también destacó todo el trabajo que se está realizando en torno al Sistema de Ayudas, pidiendo información al secretario general de Universidades y desarrollando una primera propuesta que pronto compartirán con la comunidad universitaria.
Es más, Ricardo Rivero señaló que hay universidades que se están planteando no recibir esos fondos porque suponen “un desafío de gestión extraordinario”. Sin embargo, la USAL ha apostado decididamente por estas ayudas porque servirán para generar “oportunidades para los jóvenes, para promocionar profesores, para los doctores y doctoras…”, apuntó el rector, quien aseguró que “hay mucho trabajo por debajo, pero no venimos aquí a contar cada cada cosa que hacemos. Primero lo realizamos y luego lo compartimos, buscando el consenso de la definición de los intereses institucionales, que no me los invento yo”.
Críticas a su labor como rector: “Si estoy preocupado por algo, tengo que estar pendiente”
En línea de su labor como rector -la profesora Suárez Barrios le espetó que no consideraba necesario que hubiera estado pendiente del cribado masivo en el Pabellón Unamuno o de si hay goteras en un centro-, Ricardo Rivero explicó que cuando él está preocupado por un asunto, le gusta cerciorarse de que sale correctamente.
“Si yo me dedicara solo a recibir autoridades, que también lo hago, y a defender los intereses de la USAL hacia fuera, cosa de la que no he hurtado ni un minuto de mi tiempo, no estaría haciendo lo que yo creo que debería de hacer”, ha comentado, y sugirió que esa valoración de la catedrática sobre sus tareas como rector “sí que es subjetiva”, y no los datos epidemiológicos a los que la profesora Suárez Barrios se había referido con anterioridad.
Además, el rector indicó que “decir que escurrimos el bulto, viendo las horas, la atención y el esfuerzo dedicados, es faltar a la verdad. Otra cosa es que no siempre acertemos, pero para acertar hay que estudiar y conocer”.
Rivero insistió en que si estuvo presente en el Pabellón Unamuno fue porque “estaba preocupado porque saliera bien. Y si estoy preocupado por algo, tengo que estar pendiente”, detalló, aseverando que al final cada uno tiene una forma de desarrollar su gestión, con su formato y sus modelos. “Tenemos distintas formas de ver el puesto y la responsabilidad que ejerzo, pero creo que tengo que estar con la camisa remangada en algunos sitios viendo lo que ocurre. Porque no estoy solo para recibir a la presidenta del Congreso o acudir a actos institucionales, que lo he hecho y lo haré, sino también para preocuparme de lo que la gente necesita”, sentenció.
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