"Llevo toda mi vida coleccionando minerales y todo el mundo está loco con los de Salamanca porque hay de todo. Puede que no sean los mejores del mundo ni los más bonitos, pero destacan en cuanto a variedad y posibilidades”. Así lo manifiesta Santos Barrios, profesor de geología de la Universidad de Salamanca (USAL), en una entrevista a este medio.
Litio, oro, plomo, estaño, scheelita y aguamarina son algunos de los minerales que han podido encontrarse en la provincia de Salamanca a lo largo de la historia. Municipios como La Fregeneda, Ciudad Rodrigo o Pereña han sido testigos de la extracción de los mismos, sin embargo, lugares como la mina de wolframio de Barruecopardo continúa dando empleo directo a decenas de vecinos de la zona. Este último, Barrios explica que tuvo su momento de auge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se vendía a los nazis y a los aliados para la industria bélica.
Por otro lado, el geólogo explica que en la zona de Guijuelo existe una importante zona de plomo: “Desde Cespedosa hasta el Endrinal habrá como siete u ocho minas antiguas. Son pequeñitas, pero en su día se trabajaron mucho y se vendían, por ejemplo, para hacer el vidriado de la cerámica”.
El oro es otro de los metales que se ha podido encontrar en la provincia a lo largo de los años. Según expone Barrios, se extrajo de una forma “muy artesanal y furtiva” a finales del siglo XIX y XX en Navasfrías, Martinamor y en El Cabaco. “En el Tormes, a la altura de Guijuelo, hablaban que venía gente de Cáceres en verano que se dedicaba ahí a lavar”, afirma. Igualmente, recuerda que, en Ciudad Rodrigo, concretamente en la Sierra de Camaces, se han descubierto recientemente unas minas de oro romanas.
Igualmente, el geólogo de la USAL señala que en La Fregeneda hay un yacimiento grande de estaño y de litio, donde indica que actualmente hay mucha investigación ya que se cree que hay más canteras que aún no han sido descubiertas. En este sentido, ¿existe algún tipo de mineral que merezca la pena explotar en Salamanca? Barrios asegura que va a depender siempre del precio del metal en el momento: “Puedes tener un recurso muy grande, pero que no cueste nada. Entonces, no te merece la pena extraerlo porque al final pierdes dinero. Al final, son cálculos económicos. Puedes tener un yacimiento muy grande y que el coste de la extracción sea mayor que el beneficio del propio mineral. Cabe destacar también que muchos de estos yacimientos están en espacios protegidos y esto siempre hay que considerarlo y pensar en la explotación de este recurso de una manera en la que el medio ambiente no se dañe y que la gente de allí no se vea perjudicada. Desgraciadamente, los recursos están donde están”.
Del mismo modo, Barrios, como dato curioso, indica que en Salamanca se encontró el mayor mineral con propiedad gemológica de España. Se trata de una piedra aguamarina, extraída en Pereña y expuesta en el Museo Geominero de Madrid. Además, añade que en Villasbuenas están las minas de cuarzo citrino, que se empleaba en joyería y se denominaba entonces falso topacio. "Se vendía material a toda Europa. Son las únicas minas de este tipo de España. Todavía hoy se pueden encontrar algunos fragmentos de calidad gema", subraya.
La popular piedra de Villamayor, "inagotable"
Finalmente, aparte de la extracción de minerales, la provincia de Salamanca también destaca por la de rocas, como es el caso de la popular piedra de Villamayor, que sobresale por la finura de su grano, así como su suavidad y su facilidad para poder ser cortada y tallada. Se extrae de las canteras de la localidad en explotaciones a cielo abierto y es muy demandada para su utilización en construcciones.
"Lo que se está haciendo es reaprovechar mucha piedra de Villamayor que sale a la hora de hacer la propia obra de un edificio. Cuando cortan todas las capas de arenisca, luego la reutilizan. Entonces no abren, no trabajan en la cantera", apunta Barrios, quien concluye anotando que estas rocas, a diferencia de los yacimientos minerales que se concentran en un sitio concreto, estas, al ser grandes masas de material, son prácticamente "inagotables".