La tensión entre la Universidad y las diferentes organizaciones sindicales aún persiste. Este lunes, representantes de los sindicatos han comparecido frente a los medios en el salón rectoral de la facultad de Traducción e Interpretación para informar de la situación entre ambas partes desde su punto de vista.
Por un lado, la realidad es que aún no se ha alcanzado ningún acuerdo para mejorar la situación de los docentes universitarios de la USAL, entre las que se incluirían la equiparación de salarios entre profesores funcionarios y profesores laborales, algo que contempla la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y que ya es prácticamente una realidad en otras comunidades autónomas. Por otro lado, dejan claro que “nuestra voluntad negociadora permanece intacta” y que quedan a la espera de volver a ser convocados, tanto para seguir negociando como para “retomar el convenio colectivo” que, según explican, lleva sin revisarse desde 2015.
Actualmente, Castilla y León es la última comunidad autónoma en cuanto a las retribuciones de los profesores permanente laborales y, en concreto, Salamanca es la quinta provincia por la cola en el mismo ránking. En vista de no alcanzar un acuerdo para mejorar estos datos, está previsto que el próximo jueves se prorrogue el acuerdo anterior, a pesar de que este indica que su finalización es el 31 de diciembre de 2024.
Desde los sindicatos aseguran que “la única razón que se nos ha dado es que no hay dinero, pero de puertas para afuera la imagen de la Universidad siempre es de abundancia, con proyectos, estudios, medios… Mucho dinero excepto para la plantilla”. “Además, no se nos han presentado datos que lo avalen”, defiende Alegría Alonso de UGT.
Explican también que desde hace años se viene recortando en profesores asociados, un tipo de docente que antes había en demasía en la USAL, pero que ahora (sin contar la rama de Salud) es de 317 profesores, por lo que ahí ya “habría un ahorro”. También recuerdan que el Gobierno, debido a las dificultades de algunas universidades para cumplir con la LOSU sin financiación, aprobó un programa para ayudar a cada institución en función de sus necesidades. Esto también supone una gran ayuda para la Universidad de Salamanca.
Si bien es cierto que Castilla y León ha sido, junto a Madrid, de las últimas comunidades en firmar tal programa. De hecho, su plazo finalizaba el 4 de diciembre y fue firmado el día 5.
Desde los sindicatos aseguran que, a nivel nacional y no solo en Salamanca dado el malestar generalizado, podría haber movilizaciones “si esto no avanza positivamente”.
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