El presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro, ha recibido este viernes la Medalla de la Universidad de Salamanca. Durante su discurso el mandatario y antiguo estudiante de la USAL ha hecho hincapié en la lucha entre la inteligencia y la barbarie, como la que se vivió en su país para conseguir la democracia, en el propio estudio salmantino con Miguel de Unamuno y como la que se vive en la actualidad para salvar a la especie humana de la extinción debido al cambio climático.
Tras la lectura del acta del Consejo de Gobierno en la que se aprobó la concesión del máximo galardón del Estudio salmantino al presidente de Colombia, el propio Gustavo Petro ha tomado la palabra en un discurso marcado por la contemporaneidad de enfrentamientos que se vivieron en un pasado y que ahora, de distinta manera, se le vuelve a hacer frente.
El mandatario ha comenzado relatando su paso por la universidad colombiana en la que comenzó sus estudios y construida como un espacio para el espíritu libre y de la que “surgió un contingente de seres humanos que lucharon por la democracia a costa de sus propias vidas”, ha señalado Petro, momento en el que él militaba en una organización insurgente “que se había marcado como objetivo la construcción de un proyecto democrático en un momento en el que América Latina se debatía entre dictaduras y guerras revolucionarias”
Por ello, ha proseguido, “su movimiento tomó en 1985 el palacio de justicia para poner una demanda porque consideraban que se había violado un proceso de paz y la respuesta fue bombardear el Palacio, un hecho por el que murieron cerca de un centenar de sus profesores universitarios, magistrados de profesión, así como sus propios compañeros. Después surgió la paz y de ello la constitución. Hubo un choque entre la brutalidad y la inteligencia”, ha continuado el presidente de la República.
Este mismo choque con la inteligencia como “una luz que no puede entenderse sin la oscuridad”, ha parafraseado, se produjo en 1936 en el propio Paraninfo. “Allá los liberales eran masacrados por el Gobierno filofascista que publicaba en su prensa los discursos de Mussolini, de Hitler y de Franco. Yo, de joven, me puse a leer historias y me quedé con la que sucedió aquí, la de la inteligencia y la fuerza bruta enfrentadas en este sitio y que nos mostró lo que a nosotros hoy nos acongoja”, en alusión al episodio protagonizado por Miguel de Unamuno con Millán-Astray y estableciendo una contemporaneidad de ese acto, ya que de nuevo el mundo vive un enfrentamiento igual para salvar el planeta de la extinción debido al cambio climático.
“Hoy los generales y la humanidad están del lado de la inteligencia porque lo que se ha convertido en una fuerza es la extinción de la especie dirigida por la codicia vista como un huracán de ganancias que, para poderse ampliar se tiene que consumir más y más energía”, ha señalado Gustavo Petro durante su intervención. “Hoy los pueblos aún no se mueven con Unamuno, pero la única posibilidad para proteger la vida es que los pueblos estén con Unamuno, con la inteligencia y en la lucha constante contra la barbarie. Ahora la extinción de la especie humana está dirigida por el poder oscuro, brutal. La confrontación actual se mueve entre la defensa de la vida, con la lucha por el cambio climático, y la codicia que lleva al mundo a la total extinción”, indicó en su intervención.
Por su parte, el rector de la Universidad de Salamanca ha pedido al presidente de la República de Colombia “un esfuerzo virtuoso, acciones políticas, económicas y sociales transformadoras, ampliadoras de las capacidades vitales, y no generadoras de discordias absurdas” que ayuden a establecer la paz y a superar los procesos de violencia.
A su juicio, cuando las gentes se temen y se enfrentan, los conflictos crecen y el riesgo de incurrir en graves equivocaciones reaparece. “Así que, presidente, promovamos las energías limpias y también la paz, de verdad. Las energías renovables de Colombia no son sólo el viento, el sol, la tierra; son los inagotables talentos de un pueblo decidido a progresar por sus hijos, por los jóvenes que nos siguen y no deben heredar nuestras guerras. Esas energías se activarán si usted es capaz de unir, de integrar, de galvanizar todas las fuerzas, de entusiasmar con su proyecto”.
Rivero ha expresado su admiración por intelectuales como William Ospina y Germán Arciniegas y ha reivindicado el regreso a la utopía y el espíritu emprendedor como actitudes para impulsar propuestas que garanticen un futuro esperanzador para el país: “También Arciniegas nos recordó que la Universidad trajo la Revolución, y la revolución abrió la puerta a los políticos, y entonces vino el desencanto. ¿Lo remediaremos volviendo a la utopía? Quizás sí, porque necesitamos la utopía: la propuesta de cambiar deuda externa por medidas de acción climática, Justicia y tecnología; ser conscientes de que nuestros modos de vida han de cambiar, pero también de la dificultad de lograrlo sin investigación e inversión, sin los incentivos y las capacidades de empresas. Tanto necesitamos la utopía como el espíritu emprendedor”, ha subrayado.
En su discurso, el rector ha pedido al presidente Petro que siga el ejemplo de Mandela, “que supo conciliar y favorecer el entendimiento”, al tiempo que dedique sus esfuerzos en “lograr una América en la que nadie encarcele o torture por las ideas”. “Usted, presidente, gusta de identificarse con el Premio Nobel García Márquez, a quien tanto admiramos por su obra. Que las energías renovables por las que el mundo conozca Colombia no sean las de las heridas, las penas antiguas, las del sufrimiento en silencio. Que la lucha contra el cambio climático incluya rebajar la temperatura del conflicto colombiano: lograr el entendimiento y el consenso sobre las grandes reformas. Ese será un legado memorable por el que aquí le recibiremos asombrados”, ha concluido.
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