Este lunes, 18 de enero, a las 16 horas comenzaba el cribado masivo de la Universidad de Salamanca. El estudio charro ha dispuesto pruebas de antígenos para todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que, durante la semana pasada, se apuntaron para así facilitar la detección de personas asintomáticas.
Una primera jornada que no ha salido según lo previsto. Al menos, no del todo. Y es que varios de los asistentes han tenido que esperar hasta 60 minutos de cola para poder realizarse la prueba, pese a acudir al pabellón Miguel de Unamuno, lugar donde se realiza el cribado, con cita previa.
El motivo ha sido, al parecer y según cuentan a SALAMANCA24HORAS varios estudiantes citados para este lunes, un problema informático que ha ralentizado la introducción de datos y, por ende, la realización de pruebas. Se da la circunstancia de que la cola, dado el volumen de gente y el metro y medio de separación obligatorio que tenían que dejar entre cada asistente, ha creado una gran estampa en el Campus del mismo nombre que el pabellón y que ha sido llamativa tanto para la comunidad universitaria como para quienes por allí pasaban.
Mientras, dentro, tanto el rector de la USAL, Ricardo Rivero, como la vicerrectora de Ciencias de la Salud, Gestión de Calidad y Política Académica, Purificación Galindo -que, además, es la responsable del esponsable del Sistema de Vigilancia Epidemiológica COVID-19 (SiViUsal)- trabajaban sin descanso para tratar de solucionar los problemas existentes y, además, seguir atendiendo a toda la comunidad universitaria que se quedó a la espera.
De hecho, el problema ha podido solucionarse y, pese al retraso, se ha continuado con las pruebas. Este martes se espera total normalidad a la hora de seguir realizando los test.
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