La jurista Araceli Mangas y la filósofa Eulalia Pérez han sido investidas como doctoras 'honoris causa' en un acto solemne celebrado este viernes en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Con esta distinción, ya son trece mujeres las que han recibido el máximo honor académico en la institución charra. "Número demasiado bajo si tenemos en cuenta el de doctores. Me comprometo a continuar con la labor de Ricardo Rivero. Nos queda mucho por conseguir una igualdad efectiva. También en la USAL, que hoy revive con fuerza el espíritu de la igualdad ", ha señalado Juan Manuel Corchado.
Araceli Mangas ha sido la primera en ser investida como doctora 'honoris causa': "Difícilmente podía haber soñado un acto como este. Es un privilegio recibirlo donde se gestó el derecho internacional moderno hace XVI con Francisco de Vitoria". La jurista ha hecho gala de su humildad al reconocer que su nombramiento le pareció "excesivo" y muy alejado de sus "muchas ilusiones en la vida". Aún así, ha agradecido al antiguo rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, presente en la sala, por "esta idea generosa e impulsarla hasta el final".
La jurista ha recordado sus años de estudiante, a principios de la década de los 70, cuando soñaba con acercarse a las virtudes de algunos de sus enseñantes, a los que ha querido nombrar: "Yo siempre estaré en deuda permanente con la Universidad de Salamanca y con aquellos grandes profesores que fueron un ejemplo de excelencia". De Francisco Tomas y Valiente a Gloria Begué, pasando por Alberto Bercovitz, José Vida Soria o Enrique Pérez Luño, "grandes maestros".
También ha recordado los recientes ciclos de violencia. "La regla más importante de la Comunidad Internacional, la prohibición de la amenaza y uso de la fuerza por los Estados, se ha visto violentado por Rusia, gran potencia nuclear y miembro del Consejo de Seguridad". A ese conflicto de desgaste le ha seguido el inacabable en "el atormentado territorio de Palestina y Líbano". "No hay un derecho internacional capaz de condenar a Rusia e Israel por sus invasiones y eventuales crímenes y otro complaciente para exonerar a Hamás y Hizbulá", ha añadido.
El catedrático Luis Norberto González ha sido el encargado de pronunciar la alocución en elogio de la doctoranda Araceli Mangas, a la que conoció hace tres décadas, cuando se acercó a ella en busca de apoyo para iniciar su carrera profesional. Su respuesta fue generosa, adjetivo que la sigue definiendo. "Su impronta trasciende el impacto de su producción científica y se ha dejado sentir en numerosos planos asesorando en temas europeos e internacionales en todos los gobiernos durante las últimas cuatro décadas", ha destacado.
La ledesmina Araceli Mangas, formada a medio caballo entre la Universidad de Salamanca y la Complutense de Madrid, regresó a su ciudad natal "como joven catedrática para renovar la docencia del ámbito científico. Contribuyó durante veinticinco años a la modernización del derecho internacional". Ya convertida en una "excelente" referencia del derecho europeo y en una autoridad, la jurista sigue vinculada a la institución académica charra a través de Alumni como miembro de honor. En todo este tiempo, jamás ha perdido su "curiosidad infinita, su exquisito sentido institucional y su compromiso público".
Investidura de Eulalia Pérez
"Jamás habría imaginado recibir este doctorado", ha comenzado Eulalia Pérez su discurso feminista, en el que se ha referido a 'La perfecta casada', de Fray Luis de León, por incluir frases como: "Porque, así como la naturaleza, como dijimos y diremos, hizo a las mujeres para que encerradas guardasen la casa, así las obligó a que cerrasen la boca". "Seguramente desconocía las muchas mujeres que habían aportado conocimiento, ni siquiera a su antecesora en la Universidad de Salamanca, Lucía de Medrano", ha replicado la doctoranda.
La escritora y protofeminista María de Zayas y Sotomayor, la matemática María Andrea o Andresa Casamayor, o la ilustrada y defensora de la educación de las mujeres, Josefa Amar i Borbón han sido otras mujeres que han aportado "sus conocimientos a pesar de no poder acceder a una formación reglada o formal". Ejemplos de que sus miradas "producen nuevas hipótesis que han tenido y tienen gran valor".
Eulalia Pérez también ha logrado destacar en un ámbito muy masculinizado, ya que solo el 22% de las personas que se dedican a la Filosofía son mujeres, tal y como ha destacado su madrina, Ana Cuevas: "Ha sido una de las primeras del país en introducir los estudios de género. Los ha abordado desde todas las perspectivas filosóficas". Este logro no ha sido fácil y menos cuando "los pensadores que tanto admiramos nos invitaban a abandonar".
Nietzsche defendió que "el gran arte de la mujer es la mentira" y Ortega y Gasset, que "su fuerte no es saber, sino sentir", entre otros ejemplos. "Eulalia nos abrió el camino a muchas mujeres, haciéndonos ver que todas las frases que nos dedicaban los filósofos se debían a una misoginia injustificada", ha concluido Ana Cuevas.
El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, ha tomado la palabra al final del acto para agradecer las palabras de las doctorandas, "que tuvieron que sortear dificultades en un mundo de hombres", y sumarse a sus reivindicaciones. También se ha mostrado "feliz por tener el gran honor de presidir esta solemne ceremonia", que ha contado con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, entre otras personalidades.