Facilidades para abrir botes de conservas o leer: el proyecto de la USAL que pone la ingeniería al servicio de las personas dependientes

Las personas en situación de dependencia se enfrentan a numerosos retos cada día. En pos de mejorar su autonomía y hacer su vida más fácil, estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar han creado "una amplia gama de productos". "Tenemos adaptaciones de todo tipo para quienes tienen problemas de escritura o de manipulación de ciertos objetos", señala Carmen Blanco, profesora de la Universidad de Salamanca. 

La contribución de los futuros ingenieros de la provincia a la sociedad es fruto del proyecto PAIR3D, coordinado por Andrés Sanz García y apoyado económicamente por el Servicio de Asuntos Sociales de la USAL. "Se ha compuesto de tres etapas principales con distintos eventos y reuniones". La primera consistió en presentar la iniciativa a distintas entidades y asociaciones, "solicitándoles las posibles necesidades que pudieran tener". Recibieron más de treinta propuestas y, una vez elegidas aquellas en las que "se veían con más capacidad para aportar ideas y desarrollos", los estudiantes se pusieron manos a la obra.

Los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar contactaron con los pacientes para "recoger de primera mano toda la información necesaria" para desarrollar los proyectos. Después, crearon varios diseños conceptuales y seleccionaron el más idóneo para su fabricación. Los resultados serán presentados este viernes, 30 de mayo, en la I Feria de Ingeniería para Personas Dependientes, donde cada grupo tendrá una mesa para mostrar su trabajo a las entidades participantes y a algunos beneficiarios. 

"El producto final no lo han probado todavía, pero conocen las características de muchos de ellos, y algunos que son más complicados de fabricar, los tendrán en breve para probarlos", continúa diciendo la profesora del departamento de Ingeniería Mecánica. Aún así, el proyecto ha tenido muy buena acogida: "Agradecen mucho la personalización que se hace por parte de los alumnos. Se ha llegado a utilizar un escáner 3D para hacer los distintos objetos compatibles con la morfología y anatomía de los beneficiarios". 

Productos desarrollados 

Hasta once productos son los desarrollados en el proyecto PAIR3D. Uno de los más interesantes es el que facilita la apertura de botes de conserva a aquellas personas que no poseen la fuerza necesaria para abrirlos. Y es que, aunque hayan sido diseñados para un individuo en particular -en este caso para una mujer adscrita a AFIBROSAL-, su uso puede extenderse a un público más amplio. Lo mismo ocurre con un atril creado para hacer más fácil la lectura a una usuaria de una residencia de Béjar, que no puede cargar con el peso de un libro.

"Nos han pedido mucho la creación de elementos que se puedan acoplar a sillas de ruedas y que permitan al beneficiario realizar tareas que antes le eran imposible, o simplemente realizarlas de forma más cómoda", añade Carmen Blanco. Por ejemplo, se han diseñado un adaptador para que un paciente con hemiplejia izquierda pueda colocar el móvil en su silla y un dispositivo que permite a una mujer de 90 años realizar el giro de las ruedas con mayor facilidad.

También se han adaptado mangos, bastones o empuñaduras a la fisionomía particular de sus futuros usuarios. Tal es el caso de una de las habitantes de una residencia de Béjar. La mujer camina de manera autónoma con la ayuda de un andador, pero no puede agarrar el utensilio con su mano izquierda, por lo que el producto desarrollado por algunos alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial le facilitará esa tarea. 

Pese a que algunos de esos productos podrían ser comercializados "o distribuidos en series cortas si se ve la necesidad", no es uno de los objetivos del proyecto: "La idea es generar un servicio a la sociedad. Pero lo que es más importante es que están adaptados a cada beneficiario, lo que en general los hace muy útiles, pero en ocasiones únicos. Tenemos intención de dejar disponibles al público en general los trabajos realizados por los estudiantes, de forma que gente en todo el mundo pueda utilizarlos para ayudar a otras personas".

Segunda edición 

De las treinta propuestas recibidas, solo se han atendido once. El resto podrán tener respuesta, junto a otras nuevas, el próximo curso, ya que habrá una segunda edición de la Feria de Ingeniería para Personas Dependientes. "Ya hemos presentado al Servicio de Asuntos Sociales (SAS) de la Universidad de Salamanca una propuesta para intentar continuar con la iniciativa en años sucesivos. Además, contamos con el apoyo incondicional tanto de la ETSII de Béjar como de su Fablab, que es el espacio de creación digital donde los estudiantes realizan estos trabajos", concluye Carmen Blanco.