La doctoranda de la Universidad de Salamanca Marina Fernández Galán ha sido galardonada con el 2º Premio del XX Certamen Universitario ‘Arquímedes’ de Introducción a la Investigación Científica, dotado con 4.000€ y auspiciado por el Ministerio de Universidades y el CSIC, por su trabajo titulado "Auto-compresión extrema de pulsos láser infrarrojos en fibras huecas con gradientes de presión decrecientes".
El estudio premiado en el área del certamen ‘Ciencias Experimentales, Exactas y Ambientales’ es resultado de la investigación que la joven científica de la Universidad de Salamanca desarrolla a partir de su Trabajo de Fin de Grado bajo la dirección de Enrique Conejero y Julio San Román, del Grupo de Investigación en Aplicaciones del Láser y Fotónica (ALF-USAL). El objetivo principal de análisis del trabajo es el “desarrollo de nuevas técnicas robustas para la generación de pulsos láser ultracortos en el rango óptico del espectro electromagnético”, explica Fernández Galán a Comunicación USAL.
En palabras de la galardonada, recibir este premio supone “una enorme satisfacción personal y un gran reconocimiento a mi trabajo y al de mis directores, a quienes estoy muy agradecida por su apoyo y confianza”. Al tratarse de un certamen interdisciplinar, también reconoce “la novedad y relevancia de la investigación que se desarrolla en el grupo ALF-USAL. Además, conlleva una gran motivación y un impulso para mi carrera profesional y mi proyecto de tesis doctoral que empecé hace justo un año”, subraya.
Ciencia ultrarrápida y múltiples aplicaciones
Estas fuentes de luz pulsada se han convertido en una “herramienta indispensable” para el avance de la ciencia ultrarrápida y, entre sus múltiples aplicaciones, permiten estudiar y controlar los fenómenos atómicos y moleculares más breves de la naturaleza, que suceden en la escala de tiempo del femtosegundo (mil-billonésima de segundo). Sin embargo, “generar estos pulsos de luz tan cortos de forma controlada y con buena calidad no es tarea fácil, y a menudo requiere de montajes extremadamente costosos y complejos”.
En el trabajo premiado, Marina Fernández demuestra la viabilidad de una técnica compacta y prometedora que permitiría sobrepasar las principales limitaciones tecnológicas a las que se enfrentan estos montajes: la auto-compresión solitónica de pulsos láser por propagación en fibras huecas rellenas de gas con un gradiente de presión decreciente.
Bajo la elección adecuada de parámetros, que viene descrita por una regla de escala universal, esta configuración permite a un pulso de luz “comprimirse por sí solo, reorganizando su espectro de frecuencias para reducir su duración temporal sin ayuda externa”. Este extraordinario fenómeno -que también se da en otros contextos como las telecomunicaciones, la física nuclear, los sistemas genéticos o la transmisión de señales neuronales- resulta aquí en la generación de pulsos láser con duraciones extremas, “sobrepasando el límite natural impuesto por el ciclo óptico de una onda electromagnética”, concluye.
La entrega de diplomas se celebró el pasado 20 de octubre en el Ministerio de Universidades en Madrid.
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