Este martes llegó uno de los días más esperados para la lengua castellana. El 9 de abril han comenzado las obras del edificio del Banco de España para remodelarlo y que, en un futuro no muy lejano, acoja el Centro Internacional del Español (CIE) de la Universidad de Salamanca, que convertirá a la capital del Tormes en la capital mundial del idioma español.
Uno de los grandes proyectos de la ciudad y del Estudio salmantino que se dilatará en el tiempo hasta, por lo pronto, 2022, fecha en la que se espera que terminen esas obras. Prácticamente se remodelará todo el edificio, si bien se mantendrá la fachada y otros elementos estructurales.
Así se lo cuentan a SALAMANCA24HORAS tanto el arquitecto del proyecto, Eduardo Dorado, como el director del CIE, Jesús Fernández, quienes detallan paso a paso qué se realizará y qué planes se tienen para cada espacio. Todo ello lo hacen en vivo en un paseo por el antiguo Banco de España que, si bien conserva la sobriedad por fuera, ha sufrido el paso del tiempo por dentro.
Un edificio cuyo origen data de la posguerra española y que posee una arquitectura sobria, algo que se puede observar en una fachada que no se va a remodelar, ya que los acuerdos con el Gobierno de España (poseedora del edificio hasta su cesión a la Universidad de Salamanca) así lo establecen.
Eso sí, por dentro la reforma será prácticamente completa. Se mantendrá la estructura con un gran lucernario en el centro (que se elevará, eso sí) y las cámaras acorazadas, a las que se dará un ‘misticismo’ similar al que tiene la antigua cárcel de Salamanca (hoy en día es el museo de arte contemporáneo DA2).
El resto, todo un compendio nuevo que tendrá la característica, sobre todo en su planta baja, de ser un espacio muy abierto y que invite a su entrada, algo aún más importante teniendo en cuenta que, cuando se terminen las obras (2022), el nuevo Centro Internacional del Español estará situado en una ‘desconocida’ plaza de los Bandos.
Hasta entonces, eso sí, muchos son los trabajos que se han de hacer. Las ruinas interiores en las que se encuentra el edificio son evidentes, por ello lo primero que se habrá de realizar es la demolición. Posteriormente, ir poco a poco desarrollando la nueva estructura del Banco de España, que abandonará su apariencia de ‘acorazado’ para, manteniendo la sencillez, pasar a ser uno de los grandes espacios académicos de Salamanca.
Así, la planta baja estará abierta a todos los salmantinos y visitantes de la ciudad, puesto que será un espacio abierto donde también habrá un punto informativo que destacará la importancia del español como activo de la ciudad y de Castilla y León, y también albergará presentaciones, conferencias, proyecciones y otras actividades.
La primera planta estará destinada al aprendizaje y la creación, con bibliotecas virtuales y aulas. Ahí se llevarán a cabo todos los cursos del español, tanto de lengua y literatura como otros transversales. Es decir, “que el centro trascienda lo filológico y actúe de manera transversal”, explicó en la presentación Jesús Fernández.
También habrá investigación, puesto que el CIE acogerá la Cátedra de Altos Estudios del Español. Por ello, los investigadores de posgrado podrán trabajar e investigar y tendrán acceso virtual a todos los recursos.
En la planta bajo cubierta se encontrará el espacio de transferencia y emprendimiento, donde empresas y emprendedores podrán desarrollar sus proyectos sobre el español con el diseño de aplicaciones, plataformas y materiales, que luego redundarán precisamente en los estudios de la lengua. Y en el semisótano, donde están las cámaras acorazadas, se podrán disfrutar de exposiciones, lecturas dramatizadas “y todo lo que contribuya al desarrollo del centro”, especialmente también para los más pequeños.
Todo eso provocará que el CIE tenga una gran “dimensión horizontal” con cuatro núcleos de acción: uno local, para que los salmantinos puedan “entrar y aprender”; uno regional, con los objetivos marcados por la Junta; un tercero a nivel nacional “y alejado del centralismo de Madrid”; y un cuarto que provocará que sea el “lugar de encuentro del mundo hispánico”.
Es decir, su alcance será mundial, puesto que a él podrán acudir y beneficiarse “todos los que aprenden, leen y estén interesados en el español”, puesto que “el español es de todos y todos tendrán su casa”.