La crisis causada por el coronavirus ha cambiado la manerade proceder de la sociedad por completo. La pandemia mundial, que ha provocadouno de los mayores cismas jamás recordados, ha obligado a implantar el teletrabajoa marchas forzadas en todos los ámbitos en los que fuera posible su desarrollo.
Ese teletrabajo se ha extendido a la teleeducación. LaUniversidad de Salamanca, que era delas primeras en toda Castilla y León e incluso en España en suspender lasclases presenciales antes incluso de que se decretara el estado de alarma y lohacía de manera voluntaria, también anunciaba el pasado 2 de abril que, salvoque variasen las circunstancias, toda la actividad de este curso 2019-2020 serealizaría de forma no presencial.
Esta decisión supuso que muchos estudiantes comenzaran apreguntarse qué sucedería con lo que le quedaba de clases hasta el verano. Unascuestiones especialmente relevantes entre todos aquellos que tenían programadasprácticas curriculares y entre los que tenían que entregar un TFG, TFM oexponer su tesis doctoral a finales de este año.
El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero,junto a su equipo rectoral, ha diseñado un plan para adaptar los diversosestudios, ya sean de Grado, Máster o Doctorado, así como la actividad docente,a esa práctica virtual que se ha impuesto como norma obligada hasta final deeste curso.
Unos documentos a los que ha tenido acceso SALAMANCA24HORASy que se detallan a continuación en las siguientes noticias:
La USAL evaluará en los próximos días qué actividades lectivas tienen que celebrarse obligatoriamente con la presencia de alumnos