Pablo Hermoso de Mendoza ha demostrado hoy que si comofigura indiscutible del rejoneo tenía pocos peros como maestro y padre no tieneninguno.
A pie o a caballo, siempre ha habido referentes para no sólolos aficionados, sino para las promesas que ansían conseguir al menos parte delo que ellos han conocido. Lea Vicens es un claro ejemplo de constancia,entrega y lucha por alcanzar ese sueño. Y claro que habrá bebido de la maestríade Pablo, ¿cómo no? Hoy la tarde agonizaba cuando salió el tercero de loscuatro Zapateros que pasarían la Glorieta. Desde que Lea se subió a ?Gacela? comenzóa sentirse el rumor que hace que la tarde iba a cambiar. Siempre cosido a lagrupa llevó al bueno de Ángel Sánchez, que derrochó fijeza y permitió a lafrancesa dar un volantazo y decirle a Salamanca que la aprendiz ya mandaba. Con?Bético? llegó lo más destacado, corrección y vistosidad por partes iguales. Unabanderilla al violín acabó de romper al público, que había olvidado el frío yeso que cae del cielo que tanto le gustaba a Paula. El colofón llegó con lascortas y el rejón efectivo que hizo caer pronto al cómplice de Lea en su puestade largo que terminó a hombros como figura del toreo a caballo ante la miradadel maestro Mendoza. En su primero escuchó Lea un silencio que llegó mejor enese momento porque en las tardes de toros se sube mejor que se baja.
Guillermo cogió el cetro y el testigo de su padre, quetantos triunfos ha logrado en esta plaza. Hermoso de Mendoza, el hijo, fue elencargado de, con las armas bien aprendidas, ponerle el broche final a laferia. Otro gran ?Zapatero? se encontró con la frescura y dominio de la promesallamada a heredar el trono de su padre. Con ?Manizales? y ?Januca? demostrótemple y buen hacer, llevando toreado al de Ángel Sánchez Y Sánchez y dejandomuy bien los palos. Rosas de adorno y caricias a la testuz fueron lospreliminares de un rejonazo demoledor que le abrió también la puerta grande. Laintermitencia y una sosería atípica en este encierro hicieron que la primeraaparición de Guillermo no cuajara y los reiterados fallos con el aceros. Seguroque un tirón de orejas del padre hizo que el amor propio brotara.
Pablo Hermoso de Mendoza no se encontró hoy. Con el primerode la tarde, de extraordinaria condición, abrió el rejoneador el abanico de lavariedad, de la experiencia… Pablo ha sido y será el rey y aquí en Salamanca lehan impuesto la corona muchas tardes. Sigue dando gusto ver a su cuadra y esaseguridad que te dan tantas y tantas primaveras en lo alto. Dieron el pechoPablo y sus caballos pero hoy ha dejado paso a dos aprendices, y un hijo. Elrejón definitivo le ha privado del triunfo. Pablo, maestro y padre.