La última corrida de abono de la Feria Virgen de la Vega 2024 prometía ser el plato fuerte de la feria, una corrida concurso con seis ganaderías de garantías, y las seis de la tierra, 'Made in Salamanca'. La presencia de dos figuras, Morante de la Puebla y José María Manzanares, junto a una joven promesa, también salmantina, Ismael Martín, a punto de cumplir los tres meses de alternativa, daban categoría al cartel y aseguraban con un porcentaje alto que la empresa se permitiera el lujo de colgar el ‘no hay billetes’. Un cartel que, por cierto, este año no ha podido ponerse.
Sin embargo, el 29 de agosto, el diestro de la Puebla, Morante ponía en alerta a la afición al no torear ni en Linares ni en Tomelloso, en lo que respecta a su presencia en la feria, pero entonces todo quedó en susto, porque tal y como confirmó SALAMANCA24HORAS, fuentes cercanas al sevillano aseguraban que el diestro continuaría con su agenda de compromisos y que no estaba previsto un nuevo corte de temporada. Trece días más tarde, se confirmaba lo que nadie quería que se hiciera realidad, pero que lo fue, Morante de la Puebla confirmaba un corte de temporada definitivo, con lo que eso conllevaba, no torear en La Glorieta un año más. En 2023 una lesión de muñeca le impidió estar en Salamanca y este año un empeoramiento de su estado de salud. Con esta noticia, la feria charra volvía a notar un colosal vacío porque no hay sustitución que reemplace al maestro Morante, ni en toreo ni en taquilla.
La pronta recuperación al diestro, así como el anhelo de volver a verlo en el ruedo es descomunal. Se le hecha de menos y por eso hoy su ausencia se palpaba masificada en el ambiente del coso charro.
El lugar de Morante de la Puebla que el año pasado no quiso que nadie lo ocupara, quedando entonces en el mano a mano de despedidas entre Julián López ‘El Juli’ y Domingo López Chaves, este lo ha encontrado Borja Jiménez, un torero que viene siendo revelación en estas dos últimas temporadas y que tuvo suerte en el lote. El Puerto de San Lorenzo trajo a Cuba, un astado con el mismo nombre que el que vino hace un año, bravo aquel, como este, toreado por Emilio de Justo. La reata desde luego es buena porque este Cuba también respondió, fue otro gran toro, con la virtud de la bravura y repetidor, ante el que el diestro sevillano estuvo variado, formalizando una obra más asentada que la de hace siete días, también más rotunda. Cortó la primera oreja de la tarde pese al bajonazo con la espada. En banderillas colocó dos buenos pares Barrero.
En su segundo, quinto de la corrida, de Olga Jiménez, sumó otro trofeo y se aseguró la puerta grande ante otra obra en la que estuvo firme el sevillano, iniciando la faena genuflexo con poder, sacando al astado hacia los medios, con el que pudo dibujar un toreo de rotundos olés con la derecha, de mano baja, con la franela por los suelos y con un cambio de mano que quedó para el recuerdo. Consiguió levantar la tarde que se había quedado soporífera tras el cuarto y el inicio de este quinto que dificultó la labor de los hombres de plata, a los que esperó, poniéndose, además de reservón, peligroso.
Botijero, del hierro del Capea, fue el primer astado de la concurso en pisar la arena de La Glorieta. Puso este pupilo del Niño de la Capea el listón alto para el resto de los ganaderos, de hecho se alzo con el trofeo al toro más bravo de la corrida concurso. Fue bello de hechuras pero más lo fue de fondo. Lo tuvo todo en verdad este del Capea, salvo la fuerza que la tenía al límite. El resto fue una almibarada clase, bravo a rabiar, humillando con el hocico por el suelo, de una inmensa clase.
Lo cuidó mucho José María Manzanares, todo hay que decirlo, toreó para el burel y sobre todo para el público al que le concedió el honor de dar a ver todas las virtudes del astado. Fue dos veces al caballo, una desde la primera línea y otra entre la segunda y la tercera, casi desde los medios, y respondió con una gran arrancada, entregado, lo picó de sobresaliente Óscar Bernal con dos buenos puyazos medidos y en lo alto. Diego Vicente destacó en las banderillas.
El silencio en el inicio de muleta de Manzanares fue atronador, cuajó una faena categórica ante un astado de embestidas privilegiadas, alcanzando mayor rotundidad la obra con la diestra. Hizo guardia el alicantino en la suerte suprema y se esfumó el trofeo que ya tenía cortado. Ovación para toro y torero.
El mal uso con la espada le arrebató otro trofeo a Manzanares en el cuarto toro, con el de García Jiménez, un Virrey con el que se ajustó en el capote, por donde se acostaba el astado que puso en riesgo al alicantino. Tuvo buena condición este de la Casa Matilla aunque con mejor embroque que final de muletazo, de más calidad con el pitón diestro y de escasa transmisión. Contra todo pronóstico lo intentó el de Alicante que selló dos buenas tandas con la diestra y naturales sueltos al ralentí. Paco de María dejó el mejor puyazo de la tarde en sus dos encuentros pese a la colocación en el tercio.
No se amedrentó el torero de Cantalpino, el más joven de la terna, ante sus compañeros, que al contrario creció ante un Soviético de Garcigrande que fue más bravo en los primeros tercios, con más motor que entrega, aunque sin humillación y suelto al final del muletazo. El inicio de muleta, al más puro estilo castellista evidenció que el salmantino, Ismael Martín, ha saltado al escalafón de los matadores con algo que decir. Se lo sacó por la espalda desde los medios el diestro vestido impoluto para su estreno de matador en Salamanca con un traje blanco y oro, y construyó así una faena entregada y de garra, de mucho valor porque el astado se vino a menos y se puso peligroso, dejándose acariciar Ismael la taleguilla en varias ocasiones con las bernardinas finales, firme en todo momento. Con los palos dejó un gran par el torero, el tercero de frente, en la cara, porque los dos anteriores fueron a toro pasado. Mató con el alma y le concedió el palco las dos orejas.
Torero, así estuvo Ismael desde que cogió el capote en este sexto de Lorenzo Espioja, maneja bien el percal, lo disfruta y lo transmite. Largas cambiadas y toreo a la Verónica pausado, lo permitió Torerito. Al son de las palmas clavó el primer par el de Cantalpino, colocando mejor el segundo par dándole el pecho, más reunido, y poniendo a la afición en pie con el último par, grande, haciendo la suerte marcha atrás, y sumando un cuarto par en memoria de Esplá que le aseguró la oreja y desbordó a La Glorieta.
Emocionante y arrolladora fue la suerte, seguida de dos buenos puyazos de Victoriano García 'El Legionario'. El brindis fue a la a la cirujana taurina Beatríz Montejo, con un inicio de franela de rodillas vistoso junto a tablas, pero en esto se quedó la faena, ya se había desgastado Torerito en las banderillas y aunque lo intentó Ismael, su oponente estuvo mirón, tragó el de Cantalpino y alargó de más una obra que la afición le pidió finiquitar con brevedad. Lo pasaportó con una estocada en lo alto, tendida y trasera y la presidencia le sacó el pañuelo blanco. Una oreja.
Al finalizar el festejo se dieron los premios a Botijero del Capea como el toro más bravo, a Diego Vicente como mejor lidiador, y a Óscar Bernal como mejor picador, ambos a las órdenes de José María Manzanares.
En el siguiente enlace les adjuntamos también cómo ha sido el toro a toro contado en directo desde La Glorieta, en la tarde de este domingo, 22 de septiembre.