Las escuelas de tauromaquia tienen entre sus funciones contribuir a la fiesta de los toros mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por su permanencia y pureza, así como promocionar y fomentar la afición y la cultura taurina. Mediante la concesión directa de estas subvenciones, se pretende contribuir al sostenimiento económico de las mismas, en su labor de fomento y difusión de la tauromaquia y en la formación de futuros profesiones que den continuidad a la fiesta de los toros.
En desarrollo de sus funciones, los ámbitos básicos de actuación de las escuelas son, en primer lugar, impartir enseñanzas teórico-prácticas relacionadas con las diversas suertes del toreo para ayudar a los aspirantes a toreros a formarse como tales. En este aprendizaje se incluyen enseñanzas culturales y profesionales, de manera que los alumnos adquieran también una formación adecuada.
En segundo término, estas escuelas organizan concursos, exposiciones, conferencias, festivales o novilladas, con la misma finalidad, al tiempo que colaboran con las instituciones públicas y privadas relacionadas con la Fiesta.
De este modo, la ayuda aprobada hoy pretende ser un estímulo a la labor de capacitación de futuros profesionales taurinos que desempeñan las escuelas taurinas.
El acuerdo de 3 abril de 2014 de la Junta de Castilla y León declara la Tauromaquia en Castilla y León Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, reconociéndola como patrimonio cultural de todos los castellanos y leoneses. Es, por tanto, función de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte apoyar a las escuelas taurinas de la Comunidad en la tarea de dar a conocer esta expresión artística y cultural, promover su comprensión, y facilitar el acceso de los jóvenes a la cultura y tradición taurinas y, con ello, la creación de nuevos públicos.
Por otra parte, el sector cultural taurino es generador de recursos económicos y empleo en amplias zonas rurales de la Comunidad, y su impacto económico es más destacado que en la media española, dada la concentración, tanto de la actividad –según las estadísticas–, como de las ganaderías –en algunas provincias, como Salamanca, su importancia económica es aún más relevante–.
El papel de las escuelas taurinas en el sostenimiento futuro de este patrimonio cultural y de esta riqueza económica es fundamental, al ser las encargadas de la formación de los profesionales taurinos llamados a dar continuidad a esta riqueza económica, patrimonial y también medioambiental, pues toda medida de apoyo a la tauromaquia implica directamente un apoyo al sostenimiento de la ganadería de lidia, y con ello, a la explotación sostenible de la dehesa.