La madurez dicen que es un grado, pero la juventud a falta de experiencia aporta frescura y valentía. Valor es justamente lo que posee el diestro Tomás Rufo, un toledano de armas tomar que confiesa que “en la plaza estoy a mi aire, no me fijo en nada ni en nadie, ni me aflijo con nada”.
Su pureza y sobre todo el anhelo de no abandonar un sueño desde que el embrujo del toreo poseyó su cuerpo y su alma, son el motor que ha llevado a Rufo a cruzar la Puerta Grande más ambiciosa en el mundo del toro: Las Ventas.
Desde entonces, su trayectoria ha dado un vuelco y ahora Rufo se codea con la ‘jet set’ de la tauromaquia, acartelado con las figuras y con ganaderías de prestigio. Un momento que describe como “feliz”, aunque reconoce que “al principio no eres capaz ni de asimilarlo. Estoy intentando asimilar todavía todas las cosas que hemos ido haciendo durante toda la temporada”.
Sobre su presentación en Salamanca este domingo reconoce que “es una fecha que para mí es muy importante”. Una cita que compara con torear en la Maestranza de Sevilla y de la que asegura que La Glorieta “es una plaza en la que un triunfo tiene mucha fuerza”.
Y una cita que el viernes, 9 de septiembre, sembró la duda de su presencia en Salamanca tras ser volteado fuertemente por un astado de Domingo Hernández en Valladolid. No obstante, tal y como ya adelantaba este medio hace dos días, el diestro se recompuso del percance y fue operado "bajo anestesia local" al finalizar el festejo de una cornada interna en el muslo izquierdo de 5 cm. Un herida que, según confirmaban a este medio fuentes cercanas al torero, no impediría que Tomás Rufo cumpliera con sus compromisos en Dax y Salamanca a lo largo del fin de semana.
- Aunque Tomás Rufo es actualmente el “torero revelación de la temporada”, un título que desde luego se ha ganado a pulso, se hace necesario regresar a los inicios para que los salmantinos conozcan dónde comienza el sueño de ser torero de Tomás Rufo, y sobre todo dónde nace esa motivación que posteriormente se convierte en una persecución…
- La verdad es que llevo poco tiempo, a la vista está. La primera vez que toreé una becerra fue con 15 años, y a raíz de eso surge mi carrera. Una carrera que no ha sido muy larga, ni con muchos festejos a lo largo de las temporadas, aunque como novillero sin caballos toreé mucho, con caballos las temporadas fueron más cortas pero muy intensas, y como matador de toros todavía no llevo ni un año. Justamente lo cumplo este fin de semana.
- Cumplir el sueño de ser torero y sobre todo vivir de ello en los tiempos actuales es un privilegio que solo alcanzan unos pocos, ¿qué se siente cuando uno se encuentra en el momento en el que está Rufo?
- Estoy muy feliz por lo que estoy atravesando y las cosas que estoy viviendo, y sobre todo que la posición en la que he logrado situarme por el momento es de privilegio. Ojalá siga muchos años a este nivel que es al que quiero estar.
- Llegar hasta aquí no ha sido siempre un camino de rosas, ahora mismo es el “torero revelación de la temporada”, pero ha sido realmente hace poco cuando ha comenzado a mover masas más a gran escala: ¿Cómo ha sido ese camino hasta poder llegar a estar acartelado con las figuras?
- Como todo en este mundo no es fácil, ni nadie te regala nada, donde consigues estar es por los méritos que vas haciendo en la plaza, y sobre todo que detrás de eso hay muchísimos esfuerzos y un sacrificio grandísimo que nadie ve pero que está detrás de todos los toreros. Estoy muy feliz porque todo el trabajo de atrás está dando sus frutos ahora.
- Podemos decir que el empujón fuerte desde donde el teléfono ha sonado de forma más continua, solicitando su presencia en las plazas se produce en la Feria de Otoño de 2019 donde corta dos orejas que le permiten abrir esa soñada Puerta, ¿cómo recuerda aquel día?
- Esa temporada de 2019 no solo esa tarde, sino las otras tres tardes que toreé en Madrid tuvieron una importancia grandísima. Sobre esa tarde en concreto, al final es algo que lo ves imposible de conseguir, un toreo tan nuevo y encima que yo encima apenas iba a torear. Me presenté en Madrid con tres novilladas picadas, entonces ver que lo consigues, al principio no eres capaz ni de asimilarlo, supongo que eso se hace cuando pasen los años. Este año lo pude repetir y ojalá siga abriendo la Puerta Grande todos los años, por muy difícil que sea.
- Desde entonces está claro que han cambiado muchas cosas, lo primero que se consagra como matador de toros, pero todo eso de cara al público, pero ¿cómo ha cambiado interiormente Tomás Rufo, cuando se encuentra fuera del tumulto, en su manera de torear, de prepararse psicológicamente, la mente, sobre todo, algo difícil de gestionar en el caso de los toreros...
- Uno madura, he madurado mucho como torero durante todo este año. Si es cierto, que todas las cosas van coincidiendo, afortunadamente las personas que vas teniendo a tu lado en tu carrera te hacen ir mejorando día a día y creo que estoy en un momento muy bueno, como he dicho antes, soy feliz y estoy intentando asimilar todavía todas las cosas que hemos ido haciendo durante toda la temporada.
- Actuación tras actuación Tomás Rufo no falla, de momento está dejando claro donde tiene que hacerlo que es en el albero y ante el toro, que ha llegado donde se encuentra con ganas de dejar huella. Se nota que quiere sumar y formar parte de la historia de la tauromaquia…
- Desde luego, intento todas las tardes estar al 200% porque estando acartelado con las figuras estando bien no sirve, tienes que arrollar, cada uno dentro de su concepto, pero no tienes que dejar de acelerar porque aguantar el ritmo de las figuras del toreo es muy difícil, y cuando se consigue posicionar ahí con todos los carteles bonitos y corridas muy buenas, qué mejor oportunidad que en todas las tardes intentar puntuar, y la que se pueda impactar, porque es lo que te hace a ti crecer y llevar más gente a la plaza.
- Abrirse hueco entre las figuras, como bien reconoce no es fácil, aumenta la presión, no solo mediática, también de cara al aficionado que al final es el que paga y es el que exige, y por supuesto de cara a las propias figuras que no perdonan, y o te acaban de lazar al estrellato o te hunden, ¿cómo lleva todo esto Tomás?
- Presión meten desde luego, al final la presión la sientes sobre todo en el patio de cuadrillas, porque luego me considero un torero que en la plaza estoy a mi aire, no me fijo en nada ni en nadie, ni me aflijo con nada, pero sí es cierto que pesa estar acartelado todas las tardes con las figuras del toreo. A la vista está, estamos viendo que las figuras del toreo todos los años dan una vuelta de tuerca más a su toreo y cada vez mejor, entonces uno intenta estar al 200% porque estando al 100% no eres capaz de aguantar el ritmo de las figuras.
- Centrándonos en su cita de este domingo con el El Juli y Manzanares, mismo cartel de su alternativa en Valladolid, y actuando por primera vez en La Glorieta, ¿cómo encara esta cita en una tierra que es la cuna del toreo, con ganaderos, toreros y gente muy entendida en los tendidos?
- Me ilusiona muchísimo porque además es un fin de semana donde tengo citas importantísimas, el viernes en Valladolid, el sábado en Dax y este domingo en Salamanca. Es una fecha que para mí es muy importante, y de la recta final de septiembre sino es la que más junto a Sevilla es una plaza en la que un triunfo tiene mucha fuerza.
- La ganadería es también la misma que el día en que se consagra, no sé qué espera de los astados de Garcigrande, pero sí puedo decirle que hace poco hablando con Justo Hernández para la revista ‘La Mariseca’ decía textualmente que “Tomás Rufo es un torero a ser llamado gran figura del toreo y que, sin conocer tanto a la ganadería como sus compañeros de cartel, sí tiene la capacidad, con su intuición, de llevar al límite a cualquier toro, y por eso está tocado con la varita para ser figura”…
- Le agradezco a Justo sus palabras porque la verdad que es un gran ganadero y una gran persona. Su ganadería a la vista está, todos los triunfos importantes que ha dado, a mí desde luego me ha dado uno de los triunfos más importantes de mi carrera en Madrid el día de mi confirmación, entonces es una ganadería que cuando la matan las figuras por algo es. Cuando me dicen que toreo una de Garcigrande, la verdad es que estoy muy a gusto y ojalá que nos entendamos, y sobre todo que tenga una presentación en Salamanca como yo quiero.