El novillero mirobrigense Juan Antonio Pérez Pinto será el encargado un año más, como lleva haciendo desde hace ocho años, de afrontar las 24 actuaciones que le esperan ejerciendo de director de lidia en el Carnaval del Toro, donde recorrerán las calles de Ciudad Rodrigo en torno a 20 astados.
Durante la entrevista, Pérez Pinto desgrana la importancia de la figura que tiene el director de lidia en una festividad del calibre del Carnaval de Ciudad Rodrigo, donde asegura que “la preparación ha sido muy fuerte porque son muchos festejos por día y muchos toros”. Asimismo, reconoce que “desde que yo soy director de lidia en Ciudad Rodrigo se ha visualizado y ha cambiado el espectáculo, porque nuestra misión es la de proteger el espectáculo y proteger al toro”.
También reconoce que “me enorgullece y sobre todo me siento muy conmovido de la cantidad de gente que me para por la calle y me felicita por el trabajo realizado” e insiste en que “la clave” para ser un buen director de lidia “está en empatizar”: “Si a mí me cogiera un toro querría que me pasara lo menos posible, pues eso es lo que intento yo desde mi conocimiento al toro, en su forma de actuar, por colocación en la plaza y por condición física”.
- - Regresa el Carnaval y con ellos los toros a Ciudad Rodrigo. Cuatro días consecutivos con más de 20 toros que saldrán a la calle, y donde cada día tiene que estar presente el director de lidia. ¿Cuántas actuaciones tienes por delante, y cómo afrontas este reto?
P.P.: Efectivamente, en todos los festejos es necesaria la presencia de un director de lidia, que en este caso voy a ser yo. En Ciudad Rodrigo llevo ejerciendo esta labor durante el Carnaval desde hace ocho años, y en concreto este tengo 23 actuaciones, más la del domingo de piñata.
Son días que se viven con mucha intensidad y llego muy bien porque al ser inicio de temporada estás muy fresco. La preparación ha sido muy fuerte porque son muchos festejos por día y muchos toros. En concreto, seis toros por la mañana que se repiten por día, por lo que estoy como unas 20 veces delante del toro al día y para eso hay que venir muy preparado tanto física como mentalmente para afrontar este reto, por el cuajo de los toros que se presentan, todos entre cuatro y cinco años. Animales que son muy voluminosos y serios.
- - Muchas veces la labor del director de lidia está relegada a un segundo plano, cuando es una figura fundamental en los festejos populares, ¿en qué consiste su labor?
P.P.: Para empezar nuestra figura está un poco desvalorada porque hay mucha gente que no actúa bien. Es una profesión que no se ha dado a respetar porque ciertos profesionales en su momento han preferido llevarse la cotización únicamente, entonces cuando tú ahora vas a un ayuntamiento y pides la cantidad que te corresponde por ley, según el reglamento, piensan que le estas robando porque en anteriores ocasiones ese sueldo no se ha respetado.
Desde que yo soy director de lidia en Ciudad Rodrigo se ha visualizado esta figura y ha cambiado el espectáculo, porque nuestra misión es la de proteger el espectáculo y proteger al toro, es decir controlar el cuidado de las reses y en el caso más extremo, que suele ser pasas pocas veces, si esto se incumpliera tenemos la potestad de proponer al presidente y junto con él tomar la decisión de suspender el festejo. Luego, por supuesto, la labor más importante es la de socorrer cuando exista un peligro de cogida y evitarla en la medida de lo posible. Nosotros tenemos que ir además identificados con un brazalete verde y tenemos que poner en conocimiento del presidente, así como del delegado gubernativo cualquier actitud o comportamiento inadecuado por parte de los participantes, proponiéndolo para sanción, ya que no debemos de olvidar que estamos ante un animal salvaje que le puede costar la vida a alguien.
- Estar al cargo de tantos festejos en una festividad donde el toro tiene tanto protagonismo y donde hay tanta afluencia de gente es de una gran responsabilidad imagino para evitar una tragedia…
P.P.: Por mi manera de actuar que quiero estar siempre en lugar donde va a pasar algo me fastidia mucho cuando pasa y no estoy, porque pienso en qué quizá podría haberlo evitarlo. Realmente, si lo piensas sí te puede llegar a pesar y a quemar sobre todo cuando le pasa algo a alguien que conoces, pero forma parte de nuestro trabajo, y año a año es un proceso de maduración que se va llevando mejor, y gracias a Dios puedo decir que físicamente estoy donde quiero, y por eso se ha podido librar mucha gente.
- - Me consta que son muchos los aficionados y recortadores que respiran cuando saben que Pérez Pinto es el director de lidia en un festejo del calibre de Ciudad Rodrigo…
P.P.: Me enorgullece y sobre todo me siento muy conmovido de la cantidad de gente que me para por la calle y me felicita por el trabajo realizado. Todo el año me están recordando todas mis actuaciones que han podido salvar la vida a alguien, y eso es muy gratificante, además de motivador. Sé que le he salvado la vida a alguien porque sé lo que puede llegar a hacer un toro, porque he presenciado auténticas tragedias en las calles.
Soy consciente también de que desde que está mi capote en la plaza de Ciudad Rodrigo se ha librado mucha gente de ir a la enfermería, algo que personalmente ya es un logro. También he de decir que, en la gran mayoría de las veces, en un 60 o 70% la gente que hay dentro del recorrido no sabe dónde está, hay gente que va a un encierro y no se ubica bien, se ponen en una talanquera sin ser consciente del riesgo que ahí corren. También hay corredores que no saben hacia donde tienen que correr y en la plaza eso es un desastre, funcionan pocos chavales, el resto al final sin quererlo son un entorpecimiento en caso de apuro, porque Ciudad Rodrigo es una de esas plazas donde más riesgo se corre y al final no pasan más accidentes porque el toro no lo quiere.
- -¿Cuáles son las claves para ser un buen director de lidia?
P.P.: Para mí la clave está en empatizar, si a mí me cogiera un toro querría que me pasara lo menos posible, pues eso es lo que intento yo desde mi conocimiento al toro, en su forma de actuar, por colocación en la plaza y por condición física. Esas son grandes virtudes para ser un buen director, pero además hay que tener mucho valor o mucho más que valor, tienes que ir a dejarte la vida y con tu profesionalidad ser capaz de quitar al toro.
- - A parte de valor, para ser un buen director hay que tener un gran conocimiento sobre el toro y adelantarte a sus reacciones, ¿no?
P.P.: Exacto, en nuestra profesión conocer al toro te hace ver antes de tiempo la cogida, de ahí mi popularidad, porque la mayoría de las cogidas las he podido ver antes de que sucedieran.
- - De todos los festejos que hay por delante en el Carnaval, donde el recorrido es muy extenso ¿cuál resulta más complicado de controlar?
P.P.: La experiencia me ha hecho ver que la capea nocturna del viernes por la noche es una caja de sorpresas porque te puede aparecer cualquier corredor intentando torear a un toro, muchos sin tener constancia del peligro que hay dentro. Además, el viernes es un día que al ser el inicio del Carnaval la gente lo coge con muchas ganas y algunos salen al ruedo bastantes ebrios, si hubiera que sacarlos a todos nunca habría capea. Ese día junto al encierro del sábado es donde más peligro hay por el superávit de aficionados que quieren correr el encierro, tanta gente por un sitio tan estrecho aumenta las posibilidades de que se produzca una cogida. Y el martes también porque es el de mayor desgaste físico.
- - Pese a tu gran número de actuaciones en el Carnaval, este año en Ciudad Rodrigo te han dejado fuera de los carteles en los festivales taurinos pese a haber triunfado el año pasado con dos orejas y el anterior cortando un rabo…
P.P.: En ese aspecto me siento muy decepcionado con el Ayuntamiento, aunque entiendo mi situación de torear poco por las circunstancias en la que está el sector taurino y estoy agradecido con la organización por haber toreado todos estos años siempre con las figuras.
Los tres últimos años he cosechado 6 orejas y un rabo, y cada año he dado motivos para estar puesto en los carteles al año siguiente con las figuras al lado, es decir que no me han aminorado, he luchado hasta el último momento para estar donde creo que tengo un sitio ganado, pero no tengo piezas para jugar en un ajedrez y por eso me he quedado fuera.
- - No obstante, la preparación en el campo continuará para cuando suene el teléfono a lo largo de la temporada...
P.P.: Exactamente, Ciudad Rodrigo siempre ha sido uno de los eslabones más importantes en mi carrera porque es a principio de temporada y muchas otras dependen de ellas, pero no por ello puedo parar mis entrenamientos, sino que aumentan porque en la siguiente oportunidad tengo que demostrar que es merecida y tengo que demostrar que estoy capacitado para hacer frente a retos mayores.
- - Las direcciones en tiempos de parones son primordiales para estar en contacto con el toro y sobre todo para preparar la mente, porque esa tiene que estar siempre fuerte, ¿no?
P.P.: Totalmente, como profesional lo que me gustaría es torear, pero tengo la suerte de poder hacer muchas direcciones de lidia, me gusta hacerlas, y además de ser otra salida, es algo que me ha ayudado a torear más serio y puro y a conectar mucho más con el toro, porque me ha tocado afrontar como director muchos riesgos con toros de gran volumen, y eso ayuda poco a poco a verlo un poco más fácil porque conoces al toro en otros ámbitos y al final estás aprendiendo con él. Ya, si además eres inteligente y sabes acoplarlo al toreo te va a dar mucha más facilidad, además de que como director estoy toda la temporada en contacto con el toro, y eso me aporta un crecimiento evolutivo.
Al final de la entrevista se adjunta dos documentos con las normativas a cumplir durante los festejos populares, encierros y capeas, facilitado por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo:
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