Alejandro Marcos cuajó una gran faena a su novillo, que tuvo cierta calidad. El matador de toros salmantino firmó pasajes de enorme plasticidad y destacó un desdén arrebatado de hinojos. El final de cercanías tuvo gran conexión con el tendido y solo la estocada, ligeramente caída, le privó de cortar el rabo. Dos orejas.
El novillero de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Manuel Diosleguarde, estuvo entregado y profundo con un novillo que tuvo mucha transmisión pero también una cierta brusquedad que tuvo que solventar el charro. La faena caló en los tendidos y tras matar de una gran estocada, cortó dos orejas.
Javier Jiménez estuvo muy profesional con el primero, que fue complicado. Una estocada tendida y un descabello pusieron en sus manos el primer trofeo de la tarde.
El torero valenciano Varea no pudo gustarse con otro complicado novillo de Sánchez de Valverde, y tras matarlo fue silenciado.
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