La plataforma ciudadana Salvemos Béjar y comarca se suma a la manifestación virtual que reivindica una sanidad rural digna y de calidad en los pueblos de Castilla y León, "en los que están cerrando consultorios y quitando servicios básicos".
La situación de crisis sanitaria generada por el covid-19, explican, "ha puesto el foco de atención en la sanidad pública, y los efectos de una mala previsión y gestión de los recursos públicos".
Situación que se agrava en el medio rural, "con una población envejecida, un acceso complicado a los hospitales e incluso a una simple consulta. El problema no es actual, desde hace tiempo vemos cómo la sanidad rural se va desmantelando en beneficio de grandes complejos hospitalarios, favoreciendo la despoblación al alejar los servicios de la ciudadanía", afirman en un comunicado.
Ante la imposibilidad de convocar manifestaciones presenciales, la plataforma se suma a la iniciativa 'Sanidad Rural. Manifestación virtual' que consistirá en la defensa, a través de las redes sociales, de la sanidad en el medio rural de Castilla y León, el 20 de junio, a las 18.00 horas, cuando se publicará un video recopilatorio de fotografías en defensa de una sanidad rural digna.
¿Cómo participar?
Enviando una foto con un cartel reinvindicativo que aparece en www.sanidadrural.es hasta el 17 de junio . Con las imágenes se realizará un vídeo que saldrá en youtube el 20 de junio.
Manifiesto
"Llamamiento a la Acción por una Sanidad Rural, Digna y de Calidad
Ante el creciente desmantelamiento de la sanidad rural, hacemos un llamamiento a todas las personas de Castilla y León para que, juntas, pongamos freno a la eliminación de los servicios más básicos en salud: la Atención Primaria y las Urgencias, entre otras.
El pasado mes de noviembre de 2019, la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León aprobaba el Nuevo Modelo de Asistencia Sanitaria en el Medio Rural. A pesar de la ambigüedad del escrito, se indicaba claramente que su objetivo es «transformar la dinámica organizativa y el modelo asistencial de la Atención Primaria en el ámbito rural de Castilla y León». Para ello, se aboga por una centralización de los recursos materiales y profesionales, eliminando las consultas fijas programadas en los consultorios locales.
Esto supone que miles de pequeñas poblaciones que actualmente cuentan con un médico que pasa consulta semanalmente, se quedarán sin él, quedando miles de consultorios locales completamente desmantelados.
De este modo, se crean dos nuevas figuras: el Consultorio Rural de Agrupación, donde se pasaría consulta diariamente; y los Consultorios de Proximidad, sólo bajo cita previa. Hay que subrayar que el tiempo de desplazamiento desde cualquier localidad al Consultorio Rural de Agrupación más próximo sería de hasta «30 minutos».
A lo que cabe añadir, ¿cómo?, ¿en un transporte público inexistente o en un coche privado del que muchas personas no disponen? El «transporte a la demanda» ha resultado ser un fracaso utilizando el autobús de la ruta escolar para desplazar a las personas que lo solicitan. El riesgo sanitario, para los menores y para los pacientes, así como el tiempo de espera para la vuelta, son indicadores de la pésima calidad y humanidad del nuevo plan. Además, el covid-19 ha demostrado que cualquier desplazamiento estrictamente innecesario (y con ello la centralización de la atención primaria), es un riesgo.
Asimismo: ¿dónde se van a atender las Urgencias?, ¿cuánto tiempo tardará la ambulancia en llegar hasta el paciente y trasladarlo hasta el centro de salud más cercano?, ¿cuántas ambulancias estarán disponibles para qué extensión geográfica? El silencio abismal acerca de la organización de las urgencias hace presagiar lo peor, porque quien calla, otorga.
Por otro lado, cabe destacar que el documento se justifica en el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas. El sinsentido es aún mayor cuando el propio documento afirma que «en estos pacientes es conveniente acercar la atención a su entorno […] y dirigir los esfuerzos a evitar desplazamientos». Esto es contrario al desmantelamiento de los consultorios locales y la centralización de todos los recursos.
Otro aspecto que se puede destacar es «la incorporación de los cuidados sociales a través de agentes de salud comunitarios». El papel lo aguanta todo, pero la realidad es bien distinta y hoy podemos afirmar con rotundidad que esto se parece bastante a los «voluntarios sanitarios», es decir, a personas sin cualificación alguna, responsables de realizar la primera atención a cualquier vecino del medio rural que lo necesite. Con este llamamiento queremos decir:
Basta al desmantelamiento de la Sanidad Rural, basta a la precarización de la vida en el medio rural, basta a la despoblación (forzosa), basta a la falta de servicios.
La salud es un derecho y si algo nos ha enseñado la pandemia del covid-19, es que es que las labores del campo son esenciales para la seguridad alimentaria del país. En otras palabras, el medio rural es fuente de alimentos y sustentador de la vida. Para mantener la vida rural es necesaria una sanidad rural digna y de calidad".
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