Recientes observaciones hacen que apicultores y médicos de Wuham se pregunten si el veneno de abeja podría ayudar a prevenir el contagio del coronavirus al fortalecer el sistema inmunitario.
Así lo recoge Ecocolmena, refiriéndose al estudio publicado por una revista científica en el que se explica que este hallazgo "nos recuerda la historia del descubrimiento de la viruela bovina y la eventual victoria de los humanos sobre esta enfermedad (Bennett y Baxby, 1996)".
En el estudio realizado en la provincia de Hubei, el epicentro de covid-19 en China, la asociación local de apicultores realizó una encuesta a los apicultores.
"Se encuestó a un total de 5115 apicultores del 23 de febrero al 8 de marzo, incluidos 723 en Wuhan, el epicentro del brote de Hubei. Ninguno de estos apicultores desarrolló síntomas asociados con covid-19, y su salud era totalmente normal. Después de eso, entrevistamos a cinco apiterapeutas en Wuhan y seguimos a 121 pacientes de su clínica de apiterapia", informa Ecocolmena.
Estos pacientes habían recibido apiterapia desde octubre de 2019 hasta diciembre de 2019, y los cinco tienen la costumbre de autoapiterapia para su propio cuidado de la salud (apiterapia significa hacer uso del veneno de abeja de la picadura de la abeja para tratar o prevenir ciertas enfermedades).
Sin ninguna medida de protección, dos de los cinco apiterapeutas estuvieron expuestos a casos sospechosos de covid-19 y otros estuvieron expuestos a casos confirmados de covid-19, pero ninguno de ellos se infectó. Ninguno de los 121 pacientes estaba infectado por SARS-CoV-2, y tres de ellos tenían contacto cercano con familiares inmediatos a los que se confirmaron casos de infección por SARS-CoV-2. Se podría suponer que los apicultores tienen menos probabilidades de estar expuestos al SARS-CoV-2 porque viven en zonas rurales menos densamente pobladas. Pero los cinco apiterapeutas y sus pacientes son de áreas densamente pobladas en Wuhan.
La picadura de abeja puede causar reacciones alérgicas, e incluso puede provocar la muerte debido a la respuesta excesiva al estrés del sistema inmune. El veneno de abeja puede afectar el sistema inmunitario del cuerpo y mejorar la diferenciación de las células T reguladoras humanas, que juegan un papel importante en el control de la infección por SARS-CoV, explica Ecocolmena.
Para probar esto, se necesitarían experimentos con animales. Los monos podrían ser adecuados para este estudio. Los monos podrían dividirse en dos grupos experimentales con la misma raza y edad. Un grupo podría ser tolerante al veneno de abeja después de un período de picaduras diarias de abejas, mientras que el otro grupo no recibe intervención.
"Nuestro propósito al escribir esta carta es pedirles a los científicos, con condiciones de investigación apropiadas, que prueben esta suposición. En ausencia de la vacuna de SARS-CoV-2, si este método funciona, entonces podría ofrecer una esperanza hacia la victoria sobre COVID-19. Como todos los estudios científicos se necesitarán muchas pruebas antes de saber si realmente la apitoxina puede ayudar a combatir el covid-19 de forma complementaria mejorando el sistema inmune".
Fuente: Ecocolmena
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