Viernes noche en Salamanca. Concretamente, en una de las calles situadas muy cerca del antiguo molino de Tejares. Vecinos notan movimientos extraños en la zona. Están vigilantes porque, últimante, han desaparecido bicicletas de algún trastero y plaza de garaje.
Como hay al menos cinco personas merodeando, alertan a la Policía Local. Una patrulla se persona momentos después. Sin embargo, lo que ocurre es algo muy distinto a lo que cualquier ciudadano pueda suponer. No es el policía el que pide explicaciones. Es el agente el que recibe, y vaya si lo hace, sufriendo gravísimas amenazas del todo intolerables.
Por suerte, un testigo lo graba desde una ventana. "A lo mejor te has pensado que eres algo con uniforme. Yo me limpio el culo con el uniforme ese", indica un hombre corpulento y vestido de luto riguroso a uno de los agentes, que se ha bajado del coche. "Ya le dan una placa a cualquier perro. A cualquier mierda", dice.
El agente municipal se defiende de los insultos como puede, tratando de mostrar autoridad. "Anda pa' ahí, bastardo", le vuelve a decir el energúmeno. Y no se queda ahí. "Ya te veré otro día", le amenaza. "Vente un día sin uniforme ni arma, a ver si tienes cojones".
"Como la tuya tengo yo veinte. Hasta ráfagas tiran". Y se marcha junto a lo que parecen tres menores y una mujer. Esta última tampoco se achanta lo más mínimo ante el agente y le llama "maricón" y "bastardo". Se alejan.
SALAMANCA24HORAS ha podido confirmar que se trata de un incidente de gravedad ocurrido este viernes en la zona trastormesina de la ciudad. Consultadas por estos hechos, fuentes municipales han indicado que se trata de un asunto que es competencia de la Policía Nacional. Al menos, en la escena, no aparece ningún policía vestido de oscuro. Eso sí, recuerda a la pasividad con la que tres jóvenes, hace unas semanas en un local de la calle Almansa, hicieron caso omiso a los gritos de los agentes, en este caso de la Policía Nacional, que aporreaban insistentemente la puerta para que salieran. Aquellos sí acabaron detenidos, aunque después de dos horas de torear a los policías.