Salamanca llevaba dos años y medio sin homicidios: Cuando un yonqui pegó fuego a una casa en Pizarrales y cuando apuñalaron a ‘La Sera’ y ‘La Amparo’

El tiroteo a 'El Chispi' es el primer incidente de este tipo que se produce desde el incendio de la calle Limón, sucedido el 16 de agosto de 2017. Ese mismo año mataron a una mujer en Pizarrales y apuñalaron a otra en el barrio San Vicente, ambas relacionadas estrechamente con el mundo de la droga

 Incendio calle limón
Incendio calle limón

Salamanca quedaba conmocionada este pasado miércoles a eso de las 14 horas cuando se conocía que dos personas habían acabado con la vida de J.A.L.J., más conocido como ‘El Chispi’, en el barrio de El Tormes. El presunto autor de los disparos fue rápidamente identificado por la Policía Nacional, ya que se trataba de S.M.V., alias ‘Pepón’, que habría mantenido una fuerte enemistad con la víctima en los últimos meses.

Un lío de faldas entre ambos habría sido lo que habría llevado a ‘Pepón’ decidir acabar con la vida de ‘El Chispi’. De hecho, ambos habían protagonizado en las últimas semanas acaloradas discusiones y serias amenazas en redes sociales como consecuencia de problemas por dicho "lío de faldas", según explicaron a SALAMANCA24HORAS fuentes del caso.

Así, el asesinato habría sido un ajuste de cuentas fruto de estas desavenencias. Y es que ‘El Chispi’, que caminaba con su hija pequeña en el momento que recibió los disparos, escuchó de boca de ‘Pepón’, presuntamente, “te avisé maricona que te iba a hacer” justo antes de recibir los impactos de bala en el glúteo, en la espalda -al menos tres, atravesándole uno de ellos el corazón- y en la cabeza -este, con orificio de entrada y salida-.

Este homicidio ha causado tanto impacto entre los ciudadanos salmantinos porque era el primero que se producía después de casi dos años y medio. Desde agosto de 2017 no se producía una muerte de este carácter, y hay que remontarse unos meses antes, a marzo de 2017, para encontrar dos homicidios violentos, en aquel caso puñaladas.

Una compraventa de droga fallida acabó con un conocido toxicómano pegándole fuego a una vivienda en la calle Limón y matando a una joven de 24 años

El 16 de agosto de 2017 parecía un día más de verano. Pasada la festividad de la Virgen de la Asunción y en plena festividad de San Roque, Salamanca apenas registraba actividad, ya que eran los pueblos de toda la provincia los que acumulaban una mayor cantidad de gente.

Sin embargo, a eso de las 15 horas de la tarde, saltaban las alertas en el barrio de Pizarrales, donde se declaraba un incendio en una vivienda en la calle Limón ocupada por, al menos, cuatro personas. Una de las inquilinas, la de mayor edad, pudo escapar del fuego y subir al tejado de un edificio contiguo en el cruce de las calles Juan Miguel y Luz, donde posteriormente fue rescatada por los Bomberos de Salamanca y atendida por los servicios sanitarios del Sacyl.

Por su parte, los vecinos rescataron a dos niños de dos y seis años que también se encontraban en la vivienda en el momento del incendio. Sin embargo, cuando los bomberos procedían a revisar el inmueble en busca de más personas, en el cuarto de baño apareció el cadáver de una joven, al parecer fallecida como consecuencia del humo. Se trataba de una joven de 24 años, de iniciales S.M.H.

Los agentes de la Policía advirtieron que la puerta de la vivienda donde falleció estaba blindada -además de la luz puenteada-, lo que les hizo sospechar rápidamente de que se trataba de un punto de venta de drogas, ya que además en la zona, en los últimos meses, se habían sucedido disputas por narcotráfico así como también se habían llevado a cabo importantes redadas antidroga de la Policía Nacional.

De hecho, testigos afirmaban haber visto huir un hombre, conocido toxicómano, que podría ser quien provocó el incendio y que fue detenido ese mismo 16 de agosto junto a otro varón implicado en el suceso.

Las investigaciones apuntaron a que el toxicómano fue el que provocó el fuego con una garrafa de gasolina -se desconocía si de forma accidental o de manera consciente- cuando discutía con la joven. Fue entonces cuando se produjo la llama y se extendió al resto de la casa. Los dos hombres huyeron por la puerta y las inquilinas hacia el baño, por donde salieron la madre y los niños, pero la joven no pudo debido a su fisonomía y quedó atrapada en el baño, donde murió intoxicada por humo.

La Sera, apuñalada en su casa el barrio San Vicente: un crimen sin resolver y su hijo, en prisión durante un mes por la relación con el crimen

Unos meses antes, Salamanca parecía ‘Ciudad Sin Ley’, ya que diversos crímenes no dejaban de sucederse. El que puso un punto y seguido hasta el homicidio anteriormente mencionado fue el apuñalamiento de S.S.H., mujer de 64 años más conocida como ‘La Sera’, en su domicilio.

Los hechos se produjeron sobre las 5:20 horas del 27 de marzo en una vivienda de la calle San Ambrosio, en el barrio de San Vicente, donde ‘La Sera’ recibió más de una veintena de heridas por arma blanca. Fue su hijo, ‘El Titi’, quien la encontró en el suelo con un charco de sangre, alertando a los Servicios de Emergencia.

Pese a que en un principio los Servicios de Emergencia lograron trasladar a ‘La Sera’ con vida hasta el Complejo Asistencial Universitario, el 28 de marzo, poco antes de las 14 horas, fallecía a consecuencia de las heridas. Una de las puñadas había ido directa al pulmón, por lo que aunque en principio parecía que evolucionaba favorablemente e incluso no se temía por su viva, su estado empeoró rápidamente hasta fallecer tras fallarle dicho pulmón.

La sera calle san ambrosio

Se trata de un crimen aún sin resolver. En un principio se apuntó a otro ajuste de cuentas por asuntos relacionados con el narcotráfico, relacionado con el crimen de Pizarrales de principios del mismo mes de marzo, cuando una mujer de unos cincuenta años murió acuchillada en su vivienda, a la que después prendieron fuego con el cadáver dentro -y que se relata a continuación-.

De hecho, esa zona del barrio San Vicente fue objeto de diversas operaciones antidroga tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional durante años atrás. La más importante tuvo lugar en verano de 2013, cuando se desarticuló un laboratorio con más de 23 kilos de droga, deteniéndose a ocho personas con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años de edad, como autores de varios delitos contra la salud pública por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

Pero a mediados de julio, todo parecía dar un vuelco cuando el hijo de ‘La Sera’, ‘El Titi’, era arrestado por su presunta implicación el crimen, siendo trasladado a Topas. Fue él mismo el que avisó a los Servicios de Emergencia aquella noche, aunque eso le hizo parecer más sospechoso, en un primer momento, a ojos del juez, que decidió enviarlo a prisión.

Una prisión que duraría poco menos de un mes. Si el 19 de julio era enviado al Centro Penitenciario de Topas -y posteriormente trasladado por motivos de seguridad-, el 11 de agosto -sólo unos días antes del suceso de la calle Limón, aunque no parecen guardar relación entre sí- era puesto en libertad, sin conocerse más detalles sobre el crimen

‘La Amparo’, apuñalada brutalmente en su casa a la que pegaron después fuego; estrecha relación con ‘El Chispi’

Sin embargo, el crimen más brutal, más incluso, que el de ‘La Sera’, tuvo lugar unas semanas antes, el 7 de marzo. Sucedió en la calle América, del barrio de Pizarrales. A las 8 horas de la mañana de aquel día, se declaraba un incendio en una vivienda de dicha vía, acudiendo rápidamente el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Salamanca.

Al extinguir las llamas observaron que había una mujer de unos 50 años, de iniciales I.S.B.B., fallecida en su cama. Pero su sorpresa fue mayúscula al comprobar que no había perecido a causa del humo ni de las llamas, sino que previamente había sido apuñalada en varias ocasiones y que también presentaba un golpe en la cabeza que habían acabado con su vida antes del incendio, provocado, según se dedujo en su momento, para encubrir el crimen.

Calle américa la amparo

La Policía investigó la presunta relación de la fallecida con el tráfico de drogas, ya que se creía que la muerte podía deberse a un ajuste de cuentas. Y es que dentro de la vivienda los agentes encontraron una gran cantidad de dinero en metálico, certificándose poco después de que, efectivamente, el número 14 de la calle América era un punto de compraventa de droga regentado por ‘La Amparo’.

De hecho, la investigación policial descubrió que ‘La Amparo’ apenas abría la puerta de casa y 'comerciaba' a través de la ventana. Por eso, el autor -o autores- de los hechos debía ser una persona conocida para ella a quien abrió la puerta, y después le propinó dos cuchilladas en el cuello, un fuerte golpe en la cabeza y prendió fuego a la casa para intentar borrar así su rastro. O lo hizo a través de la ventana con dos puñaladas directas, la mujer se golpeó la cabeza al caer al suelo y después el agresor prendió fuego a la casa.

Los meses pasaron y ninguna pista parecía aparecer. O al menos así lo hizo ver la Policía, que sí estaba siguiendo a los presuntos autores del brutal crimen. Y de hecho, el 24 de mayo, agentes del Cuerno Nacional de Policía detenían a varias personas -hasta veinte se supo posteriormente- en diversos puntos de España por su relación con el asesinato de ‘La Amparo’.

Entre todos los arrestados había una pareja salmantina que había estado huida desde entonces y que fue localizada en Madrid y que resultan ser los padres de ‘El Chispi’, el joven asesinado este pasado miércoles.

Los padres de ‘El Chispi’ fueron enviados a prisión dos días después de ser detenidos y permanecen encerrados desde entonces, ya que se les acusa de ser los autores -o al menos dos de ellos- del asesinato de ‘La Amparo’, si bien el juicio está todavía pendiente de celebrarse.

Además, hay que apuntar que no era la primera vez que un cadáver aparecía al ir los Bomberos a sofocar un incendio a Pizarrales. El 29 de junio de 2013, en la calle Regato de Buenavista, en su interior se encontraron con un hombre tendido en el suelo y lleno de sangre, con evidentes signos de violencia, pero ya fallecido.

Tras la autopsia se supo que el fallecido había recibido tres navajazos que le habían alcanzado la yugular. Posteriormente, los autores del crimen prendieron la vivienda intencionadamente. La Policía Nacional, entonces, inició una investigación que llevó a la detención de una pareja seis meses después.

 

Parecía que todos esos episodios de violencia en Salamanca habían quedado atrás, dejando así los años más negros de la pasada década. Y de hecho, el asesinato de ‘El Chispi’ parece un hecho aislado, ya que todo apunta a un “lío de faldas” como causa de la ejecución. Pero Salamanca ha vuelvo a vivir un homicidio casi dos años y medio después.

 

 
 
 
 

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