El levantamiento del secreto de sumario por parte del juez salmantino, Santiago Pedraz, sobre el caso hidrocarburos ha posibilitado que las partes puedan acceder a él y se haya tenido acceso a uno de los documentos más ‘jugosos’: el informe de la UCO.
La Unidad Central Operativa (OCU) de la Guardia Civil complementa a la causa un exhaustivo informe de centenares de páginas que revelan las investigaciones llevadas a cabo relacionadas por la trama de hidrocarburos liderada por Claudio Rivas y Víctor de Aldama.
Una operación que tal y como adelantó Salamanca24horas.com en su día, contó con la detención en una vivienda de San Cristóbal de la Cuesta de uno de los implicados en esta trama.
Se trata de Félix Aparicio, un varón con antecedentes penales relacionados con casos donde se manejaban grandes cantidades de dinero y siempre buscando el beneficio personal. Así, fue arrestado en 2016 por vender vehículos con cuentakilómetros trucados y actualmente tiene una causa pendiente en la Audiencia Provincial de Salamanca junto a su mujer por el impago a un acreedor que le suministró una importante cantidad monetaria para conseguir un complejo deportivo.
Aparicio figuraba como responsable de la extinta sociedad Salamanca Fuel Center SL, una empresa que se creó en noviembre de 2022 con el mismo domicilio fiscal que su residencia habitual en San Cristóbal de la Cuesta. Lo hizo con un capital social de 3.000 euros. Según los datos del BORME, solo cuatro meses después cambió de administrador, que a su vez modificó la sede social de la empresa trasladándola a Córdoba.
Como ya informó este medio, la vida de la sociedad no tuvo mucho recorrido y en enero de 2024 ya se encontraba en concurso de acreedores, coincidiendo esta forma de actuar con el supuesto modus operandi que está investigando la Audiencia Nacional.
Esta empresa formaba parte de las personas jurídicas investigadas por la UCO, que tenían la peculiaridad de contar con pocos años de vida y que desaparecían una vez obtenidas importantes ganancias sin abonar el IVA. Las autoridades revelaron que el grupo habría llegado a defraudar 182 millones de euros a la Agencia Tributaria.
No obstante, la Guardia Civil apunta en su informe que el total del esquema criminal no solo evadió impuestos, sino que habrían lavado, presuntamente, otras ganancias con inversiones inmobiliarias y traspaso de dineros a cuentas de Portugal, China o Colombia.
Un testaferro cualificado
Lejos de ser un peón raso, la UCO identifica a Félix Aparicio como un “testaferro cualificado” de una organización criminal donde estarían Claudio Rivas y Víctor de Aldama como cabecillas, además de la hermana del primero de estos que ya fue detenida a finales de 2024.
En una escala más baja se situaría, según la información de la Guardia Civil, Francisco Javier Cillán, como contable, y Félix Aparicio y Pedro Antonio Martín como “testaferros cualificados”. Por debajo en la escala, habría hasta otros nueves “testaferros” que gestionaban otras sociedades con el mismo fin.
Un arma y dinero en metálico
En el registro llevado a cabo por los agentes de la Guardia Civil en el adosado de San Cristóbal de la Cuesta encontraron un total de 4.935 euros en metálicos, divididos, tal y como detalla el informe, en un billete de 500 euros, otro de 200, cinco de 100, 73 de 50, un billete de 20, cinco de 10 y tres de cinco euros.
Además, en este informe la UCO detalla que en el registro de la vivienda de Aparicio se encontró un arma marca Blow model F92, así como una caja de munición del calibre 9mm. Un arma, no obstante, no letal y que usa balas de goma, aunque “podría estar modificada”.