El juicio que se celebra este miércoles y jueves en la Audiencia Provincial de Salamanca, en el que se juzga a los autores de un tiroteo con escopetas en el barrio de San José en febrero de 2017, ha dado un giro repentino después de la muerte de uno de los acusados, S.M.V., más conocido por ‘El Pepón’, sospechoso de matar a tiros a otro joven en este 2020.
C.G.M., primo y cuñado de ‘El Pepón’ S.M.V., es uno de los principales acusados. Se le reconoce como presunto autor de un delito de homicidio grave en grado de tentativa, otro de amenazas en el ámbito de violencia de género y uno más por tenencia ilícita de armas; por, presuntamente, liarse a tiros junto a su primo y cuñado, el difunto ‘Pepón’, contra su expareja y su familia desde la ventana de una casa del barrio de San José después de amenazarlos a través del teléfono móvil.
Sin embargo, C.G.M., que en declaraciones previas en su día ante el Juzgado de Instrucción aseguró que él utilizó una escopeta para disparar, en esta vista oral ha afirmado que “todas las declaraciones previas que hice son falsas, porque estaba amenazado de muerte por mi primo”.
Los hechos se remontan a febrero de 2017 cuando C.G.M. envió un mensaje a su expareja que decía: “Me cago en tus muertos y en tu hermano, os voy a matar a todos”. Acto seguido, ella y su familia se presentaron en la casa donde se encontraba C.G.M. para pedirle explicaciones. Una vez allí, según consta en el escrito de valoración previa del Ministerio Fiscal, este y su primo ‘Pepón’ se pusieron a disparar a uno de los vehículos que iba conducido por el tercero de los acusados, B.E.R., padre de la ex pareja de C.G.M., que sacó una escopeta del maletero y respondió a los disparos.
“Hice esa declaración porque estaba amenazado de muerte por ‘El Pepón’, que a la prueba está que era un asesino. Era mi primo y sabía perfectamente hasta donde podía llegar”
La muerte en la prisión de Dueñas de S. M. V. ha cambiado por completo la declaración de su primo, C.G.M., porque según él “todo lo que he dicho anterior a este juicio era mentira. Estaba coaccionado e iba a cargar con toda la culpa porque mi primo me había amenazado de muerte a mí y a mi familia. Tenía que decir lo que él quería. A la prueba está que era un asesino, era mi primo y sabía perfectamente hasta donde podía llegar. Yo no quería que matase a mis hijos y por eso asumí la carga. Si no llega a fallecer yo me como toda la culpa porque tenía miedo a que hiciera algo a mi gente”
De esta forma, en la vista oral ha contado una versión muy parecida a la recogida por el Ministerio Fiscal, aunque con determinados matices que pueden variar significativamente la decisión del juez. Así, C.GM. asegura que sí mandó el mensaje a su expareja, “aunque solo recuerdo la primera parte”. Según su declaración, él estaba cenando con su familia en la casa de su hermano, “en esos momentos escuchamos voces fuera. Me asomé a la ventana y le vi con un arma larga apuntando y cuando efectuó los primeros disparos yo saqué un arma de fogueo y disparé, pero para ahuyentarles. El que usó la escopeta fue mi primo”.
“Disparé porque en esa situación solo quería proteger a mi familia. No quería perder lo único que me queda en la vida”
El otro acusado, B.E.R., es el padre de la ex pareja de C.G.M. Este ha asegurado que sí disparó una escopeta, pero con cartuchos de caza que “es imposible que pudiera hacer daño”, pero todo para evitar que hicieran daño a mi familia.
“Tengo casi 56 años, tengo una empresa de construcción y nunca pensé verme así, pero mira las circunstancias de la vida pueden llevarte a esto”, ha afirmado mientras explicaba cómo recordaba los hechos. “Llegué a mi casa, que venía de cazar, y mi mujer me contó la situación y el mensaje en el que se cagaba en todos nuestros muertos y en mi hijo, que había fallecido con 23 años. Ella intentó hablar con los padres de él para solucionar las cosas, como tantas veces hemos hecho en estos once años, pero no le cogieron el teléfono. Mi hija tiró para allá y yo fui con mi coche y la adelanté en la rotonda de San José porque estaba allí parada. Entré en la calle y recibí nueve impactos contra el coche, uno de los cuales dio a mi mujer, que estaba sentada detrás, mientras mi nieto de 15 años gritaba”.
Ha continuado contando este acusado, que ha asegurado que no vio quién efectuó los disparos, que “me tuve que proteger detrás de un edificio mientras mi nieto me gritaba: yayo no salgas que te están apuntando. Cada vez que sacaba un pie de la esquina me disparaban”. Del mismo modo, ha asegurado que sacó la escopeta del maletero y que se encontró una situación complicada “les digo a ustedes que serán padre y se ven en esta situación, con su hija pidiendo ayuda, su mujer herida y sus nietos llorando ¿Qué hubieran hecho?”
Acto seguido, ha continuado contando B.E.R., efectué un disparo para que mi hija pudiera ponerse a salvo mientras mi mujer llamaba ala Policía que “tardo un poco, pero se portó de forma extraordinaria. Digo que un poco porque allí los minutos se convirtieron en horas. Cuando llegaron les dije que yo también había disparado, no me quedó alternativa y no quería perder lo que me quedaba”.
Por último, ha querido advertir que “yo en ningún momento iba con la intención de lo que se me acusa. Ustedes creen que si tengo pensando hacer eso no voy con un rifle que tengo y mucho menos con mi mujer y mis nietos. Yo no veía situación de peligro, no me esperaba eso ni por asomo”
“Si la Policía no hubiera llegado nos hubieran matado allí a todos”
También ha declarado en esta vista oral la presunta víctima de las amenazas y ex pareja de C.G.M. “Nos mensajeamos los dos ese día. Él me dijo cosas como para darme celos y hacerme daño, como vio que no lo conseguía me dijo: me cago en tus muertos y en tu hermano, os voy a matar a todos. Por ese motivo, fui a la casa, para pedir explicaciones y porque lo de mi hermano me dolió mucho, había fallecido hace poco por un tumor cerebral con 23 años”
Ha afirmado que cuando llegó a la calle vio a ‘El Pepón’ con una cazadora roja y “allí empezaron a llover las balas por lo que me refugié detrás de una furgoneta azul. Mi padre salió a buscarme y disparó para salvarme. Si no hubiera llegado la Policía nos hubieran matado a todos porque nos tenían a todos a tiro”.
Las barreras arquitectónicas de la Audiencia Provincial de Salamanca vuelven a ser un problema
El juicio, que está previsto que continúe este jueves, se ha tenido que ver interrumpido durante más de dos horas, en parte, por culpa de las barreras arquitectónicas de la Audiencia Provincial. La mujer de B.E.R., que tenía que declarar como testigo de los hechos; lo iba a hacer por videoconferencia, pero la conexión se ha visto interrumpida y no se podía reanudar por lo que desde la Audiencia se ha intentado que la mujer declarara de forma presencial.
Sin embargo, la testigo tiene problemas de movilidad y dada las barreras arquitectónicas que presenta el edificio de la Audiencia Provincial, barreras muy denunciadas y demandadas desde hace mucho tiempo por el representante del tribunal y que ha llevado en muchas ocasiones a tener que cambiar de emplazamiento para celebrar juicios, no ha podido acudir.
Después de dos horas, y múltiples problemas de conexión, la vista se ha podido volver a reanudar con la declaración de la mujer a través de videoconferencia.
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