En cuanto al presunto autor de los disparos y único acusado por este hecho, según han relatado los forenses, tenía antecedentes previos de un trastorno mixto de la personalidad tal y como pudieron recabar días después del suceso a través de su historial médico. Precisamente el día 31 de agosto de 2021, dos días después de su detención, fue examinado por los forenses, donde realizó una narrativa completa previa y posterior a los hechos, aunque manifestó no acordarse de nada del momento de los disparos.
El acusado, que en ese momento no presentaba signos ni síntomas de intoxicación aguda o síndrome de abstinencia, días después a su primera exploración y durante un segundo reconocimiento reconoció haber mentido “por miedo” y decidió no colaborar ni continuar con el reconocimiento. En base a ello, los forenses consideran que los diagnósticos previos no guardan relación con los hechos teniendo en ese momento sus capacidades integras.
“Es conocedor de la ilicitud de los hechos porque intenta salvarse y ocultarlos, no hay impulsividad. En ese momento tenía plenas facultades”, han señalado los médicos, que han descartado un nexo causal entre los hechos y el consumo de sustancias. Precisamente para comprobar posibles intoxicaciones le fueron realizadas diferentes pruebas en la que se observó un consumo de cocaína de manera “más o menos habitual” en los tres meses previos a la noche de los hechos, siendo imposible saber si lo hizo ese mismo día ya que no se le realizó la toma de muestras de sangre y orina.
Consideramos que sabía lo que hacía, no tenía ningún problema en realizarlo y así lo hizo”, han concluido los médicos forenses que valoraron al acusado a las preguntas del abogado de la acusación.