Este viernes era el primero en el que se podía salir por Salamanca sin restricciones más allá del uso de mascarilla en lugares cerrados. No había limitación de aforos ni de horario, por lo que todo recordaba a una noche anterior al COVID -exceptuando, precisamente, por las mascarillas-. Y aunque hubo menos gente por las calles charras que los dos últimos fines de semana -en parte por el tiempo y en parte porque ya no era novedad salir-, el número de peleas se multiplicó.
En concreto, ha habido tres en las que la Policía Local ha tenido que intervenir a lo largo de la madrugada de este sábado. La primera de ellas, en Comuneros, poco antes de las 01:00 horas de la mañana. Eso sí, cuando llegaron los agentes municipales, la reyerta ya había finalizado, y los presuntos implicados no quisieron denunciar.
Peor parado salió el portero de un bar de San Justo, que en torno a las 02:00 horas de la madrugada fue agredido después de una discusión. Hasta allí se desplazó rápidamente la Policía Local y, pese a que se lo ofrecieron, la víctima no requirió asistencia médica, ya que aseguraba encontrarse bien.
Asimismo, las dos últimas peleas tuvieron lugar en Gran Vía. La primera se sucedió a las 02:50, en la zona de los bares. Pero, al igual que en Comuneros, la misma fue resuelta sin incidencias, ya que rápidamente se disolvió. Sin embargo, la segunda sí que provocó que se tuvieran que desplazar los Servicios de Emergencias para atender a un varón de 37 años con una brecha en la cabeza y que tuvo que ser trasladado al Nuevo Hospital en ambulancia. Por el momento no hay detenidos.
Además, la Policía Local ha tenido que acudir a diez viviendas por avisos de ruidos, pero han logrado resolver dichas incidencias sin sanciones.
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