El dueño de los clubs de Calvarrasa de Abajo y Pedrosillo el Ralo, acusado de trata de mujeres, se ha acogido este miércoles a su derecho a no declarar ante la Audiencia Provincial, con la única excepción de las preguntas formuladas por el abogado de la defensa. L.M.C ha ratificado la declaración que realizó ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Salamanca en julio de 2018, tras ser detenido. Está acusado de los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Precisamente por este último ha sido interrogado por su propio abogado. L.M.C ha asegurado ante el presidente del Tribunal no tener "nada que ver" con las sociedades en las que supuestamente figuraba junto a otro de los acusados y que los coches que se encontraron en los diferentes registros efectuados por agentes de la Guardia Civil, un total de 27, "no tenían ningún valor en el mercado puesto que tenían más de 20 años y estaban averiados", ha asegurado. En cuanto a su relación con J.L.R.C, otro de los acusados que se encuentra en Venezuela y al que se le ha denegado la extradición a España, ha asegurado "no tener ninguna relación con él", ya que solo lo conocía puesto que era cliente de los clubs que regentaba, ha manifestado ante el Alto Tribunal. Una versión que difiere a la manifestada por varios testigos que han declarado en el juicio, quienes han asegurado que era la persona que las captaba en su país de origen y las acompañaba en su viaje a España, donde eran recibidas por el dueño del club.
"En 30 años nunca he tenido ningún expediente", ha asegurado L.M.C, en relación a su actividad en el club, un local en el que ha asegurado que las chicas tenían "libertad y móviles para hacer lo que quisieran: entrar, salir, ir a la peluquería... nunca he tenido ninguna queja", ha asegurado. En la vista también han declarado varias de las víctimas en calidad de testigos protegidos, ambas han coincidido en que llegaban a España tras contactar con J.L.R.C en su país de origen, quien las acompañaba en su viaje hasta España ofreciéndole un trabajo y donde eran recibidas por el acusado y les explicaba las condiciones en las que llegaban y debían ejercer la prostitución.
Cabe destacar que según figura en la investigación efectuada por agentes de la Guardia Civil, la organización criminal estaba compuesta por ciudadanos de diversas nacionalidades que se dedicaban a engañar a mujeres en sus países de origen, especialmente Venezuela, donde se encontraba el principal captador de la organización. Ya en España eran informadas de la generación de una deuda con la organización, que sólo podían saldar mediante el ejercicio de la prostitución.
A pesar de ello, difieren en la forma en la que cobraban a los clientes, mientras que una de las testigos ha asegurado que le pagaban directamente a L.M.C y este le daba lo que le correspondía en función de los servicios, otra ha manifestado que eran ellas mismas quienes recibían el dinero y le daban la parte correspondiente al acusado. "Me sentía obligada y presionada por el dinero que había que pagar y porque no tenía conocimiento de cómo iniciarme en el mundo de la prostitución", ha asegurado una de las víctimas, quien no se fue del club puesto que "no tenía dónde ir" y decidió denunciar tras un registro de la Guardia Civil: "Me dijeron que podía denunciar para salir de eso y lo hice al día siguiente pero tuve miedo de que me hicieran algo a mi, o a mi familia", ha aseverado ante el magistrado.
Sin embargo otra de las chicas que denunció a L.M.C lo hizo, según ha afirmado, por las "mentiras" en las prácticas con las que las traían a España. J.L.R.C, quien era uno de los presuntos captadores en su país de origen, según consta en la investigación, "le ofrecía venir a España con un trabajo como camarera o cocinera porque la cosa en su país estaba muy difícil". Una "mentira" ya que al día siguiente de llegar a España le dijeron que tenía que ejercer la prostitución y por la que decidió denunciar ya que venían creyendo que iban a hacer otro tipo de trabajo pero al llegar aquí "no tenían otra solución", por lo que a pesar de ello decidió quedarse en le club ya que no tenía recursos ni dónde ir", ha asegurado esta testigo.
Así, la Audiencia Provincial ha acogido este miércoles la vista, seis meses después de lo previsto tras haberla tenido que suspender el pasado 14 de diciembre por la incomparecencia del acusado ante el juez, tras lo que se dictó contra el mismo una orden de busca y captura para su ingreso en prisión provisional con el fin de retomar el juicio cuando fuera localizado y tras lo que quedó en libertad tras personarse de forma voluntaria. Este es el resultado de la la 'Operación Asistentes', llevada a cabo por la Guardia Civil en el 2018 en la que L.M.C. es el único acusado tras denegar Venezuela la extradición del otro de los cabecillas. La Guardia Civil desmanteló entonces en Salamanca un grupo criminal dedicado a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual que permitió la liberación de 13 víctimas y la incautación o bloqueo de más de dos millones de euros en bienes, productos financieros y un total de 27 vehículos.
La organización criminal estaba compuesta por ciudadanos de diversas nacionalidades que se dedicaban a engañar a mujeres en sus países de origen, especialmente Venezuela, donde se encontraba el principal captador de la organización. Ya en España eran informadas de la generación de una deuda con la organización, que sólo podían saldar mediante el ejercicio de la prostitución.