La Policía Nacional de Salamanca, a raíz del dispositivo establecido para prevenir los robos en domicilios, ha detenido a dos varones de nacionalidad georgiana dedicados a cometer este tipo de hechos. La detección tuvo lugar el pasado jueves, 3 de agosto, tal y como adelantó SALAMANCA24HORAS en la calle Nicaragua donde en torno a las 20:00 horas se personaron en el lugar varias patrullas de la Policía Nacional.
Al parecer, la identificación se llevó a cabo después de recibir una llamada en la que se informaba de que habían observado a dos varones ajenos al bloque de viviendas ubicadas en el barrio de Las Delicias, los cuales estaban inspeccionando el inmueble y haciendo marcas en las puertas.
Los agentes en servicio se personaron en el lugar y tras realizar una inspección por las inmediaciones de la zona, observaron a dos varones que al detectar la presencia policial trataron de ocultarse para no ser vistos. Los agentes procedieron a darle el alto y éstos iniciaron una carrera en direcciones opuestas, haciendo caso omiso a las indicaciones, los cuales fueron finalmente interceptados en calles próximas tras la persecución, ofreciendo una gran resistencia y forcejeando con los agentes. Una vez reducidos procedieron a su identificación y entre los efectos que llevaban le fueron intervenidos juegos de ganzúas, una varilla metálica a modo de ganzúa y una tarjeta bancaria a nombre de otra persona, por lo que proceden a su detención e intervención de los efectos.
Las investigaciones policiales llevadas a cabo sobre este tipo de hechos y los grupos que los realizan, han evidenciado que los autores se desplazan a las ciudades en las que cometerán los hechos durante espacios cortos de tiempo, abandonándolas después de cometerlos.
Se trata de grupos especializados y perfectamente organizados, en los que cada uno de ellos tiene su función establecida previamente. Unos realizan labores de vigilancia en los domicilios previas al marcado de las puertas con los testigos. Y una vez comprobado posteriormente que no hay nadie en el interior, acceden al interior de la vivienda y cometen el hecho con total tranquilidad, entregando una vez finalizado el registro todos los efectos a otro miembro de la organización que será el encargado de recepcionarlos, con el fin de darle salida rápidamente y no ser recuperados en el caso de que los ejecutores materiales puedan ser localizados y detenidos por fuerzas policiales.
Alguno de los integrantes del grupo realiza labores de vigilancia en el exterior mientras otros cometen el hecho, con el fin de avisar en caso de que algo vaya mal, y así asegurar la huida. Nunca facilitan su lugar de residencia y suelen permanecer en nuestro país periodos de dos o tres meses desde su entrada, regresando a su país para al poco tiempo volver con el mismo fin.
En el caso de ser expulsados a su país, una vez allí se cambian la identidad y regresan a España con esa nueva documentación.
En el caso de estos hombres detenidos, una vez finalizados los trámites se dio cuenta de los hechos al Juzgado, en funciones de guardia, mediante la remisión de todo lo actuado, pasando los detenidos a disposición de su titular.