La Audiencia Provincial de Salamanca desestimó la demanda de una profesora de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la capital del Tormes contra un compañero al que acusaba de haber fingido, en agosto de 2020, un contagio por COVID-19. Le reclamaba, además, en concepto de daños morales un total de 5.500 euros aduciendo que, dicha situación, el había generado un cuadro de estrés y ansiedad.
El Juzgado de Primera Instancia número seis de Salamanca ya rechazó la admisión de esta demanda al quedar acreditado que, en efecto, la contrajo y presentó la debida prueba PCR. Además, aportó mensajes de un grupo de Whatsapp en el que que advirtió, en primer término, sobre la posibilidad de haberlo contraído y, más tarde, confirmó el positivo. La sentencia, sin embargo, declaró el reparto de las costas entre ambos actores, algo que ahora corrige la Audiencia Provincial.
La demandante impuso, de hecho el recurso, ante el alto tribunal al no quedar conforme con la desestimación de la primera reclamación. La demanda incluía el requerimiento de una indemnización por daños morales por “el gran estado de ansiedad y nerviosismo” en el que cayó al comunicar el compañero su baja en pleno periodo de exámenes, a pesar de que él mismo se ofreció a corregir en su casa, cosa que así hizo cuando la propia demandante se los fue a entregar en mano.