Se conocieron por Tinder, quedaron para verse y ella terminó denunciándolo por violación. Ambos jóvenes se han sentado este miércoles ante el juez de la Audiencia Provincial de Salamanca por estos hechos que sucedieron a mediados del mes de julio de 2020. Tras establecer conversación por la conocida aplicación de citas, días más tarde decidieron verse en la casa de la joven, ubicada en el barrio de Pizarrales de Salamanca.
Una vez en el domicilio, ambos se sentaron en el sofá y empezaron a besarse y a realizar tocamientos, según han asegurado ambos. En ese momento, según ha manifestado la víctima, ella le manifestó que “no quería hacer nada” a pesar de que ambos se fueron a la cama a descansar porque “estaban cansados”. “Necesitábamos descansar los dos y fuimos a la habitación. Creí que había entendido que no quería hacer nada como ser humano que es”, ha asegurado la joven ante la Sala.
Sin embargo, según ha continuado en su relato, una vez en la habitación siguieron intimando. “Lo sentí excitado. Le dije que parara y que si tenía preservativo, en ese momento cambió completamente y se puso violento, me puso bocabajo y me apretaba contra la almohada”, ha continuado la chica.
Y es que, a pesar de que según ha manifestado no quería mantener sexo pero le preguntó si tenía condones, finalmente si existieron relaciones completas, consentidas según él y negadas según ella. “Sentí por dentro que me partía con las embestidas que me daba”, ha añadido la joven, que también sintió como “la lastimaba” con mordidas en diferentes partes del cuerpo, algo que el acusado sí ha reconocido.
En ese momento, según ha añadido, se vio en una situación de indefensión en la que no mostró resistencia o impidió que sucedieran los hechos ya que recordó lo que alguna vez la había dicho su madre: “Si alguna vez te pasa algo no fuerces nada, porque te pueden matar”.
“Solo fue una vez y me dejó tirada en la cama. Se vistió y dijo que se iba al coche a por el cargador y no volvió. No entendí que estaba pasando”, ha asegurado ella, que intentó contactar con el joven tras estos hechos “para asegurarse que no estaba” pero él la había bloqueado. Horas después terminó poniendo una denuncia junto a una amiga por supuesta violación.
Por su parte, el acusado también ha mostrado su versión de los hechos ante el juez. El joven ha mostrado la misma versión de lo que sucedió en el sofá de la vivienda de ella, no así en el caso de los hechos sucedidos en la habitación. “Ella tomó la iniciativa y no hablamos de utilizar condón. Las relaciones fueron en dos ocasiones y consentidas. No me dijo que ‘no’ ni que parase en ningún momento”, ha esgrimido ante el juez.
En cuanto a las lesiones y a pesar de que ella acudió al médico por este motivo, el joven ha asegurado que “ella le pidió que le mordiera”, algo que hizo aunque “no tanto como para lesionarla”, ha asegurado. Una vez culminadas las relaciones, según la versión de él, “se sintió agobiado porque le hablaba de conocer a la familia y de casarse”, por lo que con la excusa de ir al coche a buscar el cargador del móvil, finalmente decidió marcharse sin dar más explicaciones.
Varias contradicciones en las declaraciones prestadas
Según se ha puesto de manifiesto durante la vista celebra este miércoles, la joven ha mostrado diferentes versiones con relación a las primeras declaraciones manifestadas tras los hechos, según ha declarado ante preguntas de la letrada de la defensa. Así, la joven acudió horas más tarde de que sucedieran los hechos a las dependencias policiales a presentar una denuncia y los agentes le recomendaron que acudiera al Hospital.
Una vez en el Complejo Asistencial, y según se ha hecho constar a preguntas de la abogada del joven, “le dijo a la ginecóloga que la atendió que ella no quería utilizar condón y a que él le daba igual”, una afirmación que la víctima dice que es “un error”, al igual que las manifestaciones que aparecen en el informe médico tales como que “se conocían desde hace tiempo, habían quedado en varias ocasiones y habían estado juntos tomando algo”.
Tras ello, la joven prestó una segunda declaración ante los agentes de Policía que acudieron al Complejo Asistencial en las que aseguró que habían sido de mutuo acuerdo, aunque “solo ha intimación, no las relaciones”, ha matizado ahora ante el juez. Precisamente en ese momento ha asegurado “que estaba muy alterada”, tanto que no recordaba haber declarado en el Clínico.
En cuanto a las heridas de las mordeduras que presentaba, no se encontró rastro alguno de saliva, algo que “puede deberse al roce que quitarse y ponerse la camiseta”, ha defendido la joven que considera que “su expareja mandó al acusado para que hiciera lo que hizo”.
No obstante, gran parte de los detalles que ha manifestado ante la sala de vistas de la Audiencia que ha acogido el juicio, no aparecen recogidas en el atestado policial, algo que ella ha excusado que se debe a que la agente por la que fue atendida le dijo que no se podía recoger todo en “seis u ocho hojas” y que eso se haría ante al juzgado.
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