Casi dos décadas sin rastro de José Luis: “Nos pidieron que guardáramos silencio”

El bejarano, de 26 años de edad, despareció el 13 julio de 2007 en algún punto comprendido entre su pueblo natal y Hervás

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Montaje con el parque de la Corredera y el cartel de José Luis en SOS desparecidos en la que figura errónea la fecha de desaparición
Montaje con el parque de la Corredera y el cartel de José Luis en SOS desparecidos en la que figura errónea la fecha de desaparición

 

Diecisiete años. Diecisiete años desde aquel día negro en el que el rastro de José Luis se perdió en algún punto comprendido entre Béjar y el pueblo cacereño de Hervás. 

La desolación y la inquietud asolaron cada esquina del municipio salmantino, cuyos vecinos claman, desde entonces, respuesta a una incógnita que, hoy día, sigue sin respuesta alguna: ¿Dónde está José Luis?

El rostro del bejarano, que contaba con 26 años en el momento de su desaparición, fue impreso, junto a los datos de la  ropa que portaba, en decenas de carteles a modo de llamamiento; sin éxito. 

Pilar Morante, hermana de José Luis, no olvida aquel día maldito en el que el rastro de su hermano se perdió, “cada día, al levantarme, me acuerdo de él”. 

Han transcurrido casi dos décadas, pero el dolor de la familia Morante Valcarcel continúa escociendo tanto como el primer día, “nos dijeron que había sido una desaparición voluntaria, pero nosotros sabíamos que no, que él voluntariamente no se había ido. Mi hermano tenía un apego increíble a mi madre”. 

Durante meses, tras la interposición de la denuncia por desaparición, las autoridades se volcaron en la búsqueda de José Luis, tratando de dar con algún indicio o rastro que permitiera dilucidar el paradero del bejarano en algún punto comprendido entre su pueblo natal y Hervás aunque, sin éxito. 

Al tiempo, las autoridades dieron por cerrada la investigación tras no hallar prueba ni indicio alguno que pudiera arrojar luz sobre el caso: no había rastro de José Luis. 

La justicia por su parte, y pese a la detención inicial de tres personas como presuntos implicados en la desaparición que posteriormente fueron puestos en libertad con cargos, archivó el caso por falta de pruebas concluyentes.  

La familia del desaparecido, a lo largo de los años, ha convocado varias concentraciones exigiendo la reapertura del caso y una mayor implicación en la búsqueda de José Luis; la única respuesta que han obtenido, ha sido el silencio. 

Han pasado 17 años desde aquel fatídico 20 de julio en el que la pista de José Luis Morante Valcarcel se perdiera en algún punto entre Béjar y Hervás. 

Desde entonces, nada se sabe sobre qué pudo ocurrirle. 

Los hechos

José Luis abandonó su domicilio, en el municipio salmantino de Béjar, el 13 de julio de 2007; pese a ello, la Guardia Civil logró seguir los últimos pasos del bejarano hasta perder definitivamente su rastro el 20 de julio. 

A partir del citado día, nada se sabe de José Luis ni de lo que pudo ocurrirle. 

Inicialmente, la investigación comenzó partiendo de la hipótesis de que la desaparición era de carácter voluntario sin embargo, con el rápido avance de las investigaciones, la sospecha inicial se fue disipando dando la razón a la familia, quien desde el primer momento se posicionó de forma reticente ante la primera versión. 

El 16 de agosto, a punto de cumplirse un mes de la desaparición y pese a estar decretado el secreto de sumario, trascendió que las batidas de búsqueda por parte de la Guardia Civil y el resto del operativo se había intensificado  especialmente en la zona de Béjar, aunque, posteriormente,  el radio se amplió para incluir los pueblos de Baños de Montemayor, Hervás y Montehermoso, municipio que, al parecer, frecuentaba con asiduidad el joven.

Pese a no hallar rastro alguno que permitiera dar con el paradero de José Luis, se hizo pública la detención de tres personas como presuntas implicadas en la desaparición del bejarano: dos hombres y una mujer quienes, en un corto periodo de tiempo, fueron puestos en libertad por falta de pruebas que les incriminaran. 

La hipótesis de la familia: el móvil económico

“El problema fue que nos pidieron que no llamáramos a la prensa, que lo mejor era guardar silencio” asegura Pilar, “no entiendo porqué el caso de mi hermano no pudo tener el impacto mediático que sí han tenido otros casos de desaparecidos”. 

No hay culpables, ni tampoco indicio alguno que lleve a concluir qué le ocurrió a José Luis aunque, eso sí, la familia mantiene su propia hipótesis: “no tenemos indicios, pero sí tenemos hipótesis. Nosotros creemos que el móvil fue económico. Mi hermano solía llevar dinero en el bolsillo y le gustaba presumir de él”, asegura. 

 Casi dos décadas de pesadilla en las que la familia de José Luis ha luchado de forma infatigable, buscando y exigiendo una respuesta y, sin embargo, lejos de encontrarla, las incógnitas no han cesado de sucederse. 

“Mi hermano desapareció un viernes, pero el domingo de ese fin de semana lo vieron cruzando, acompañado, un paso de cebra desde el parque de la Corredera en Béjar en dirección a la estación de buses. No lo pararon porque pensaban que ya había aparecido”, lamenta Pilar.

Diecisiete años. Diecisiete años en los que la pregunta sigue siendo la misma de aquel fatídico 20 de julio, ¿Dónde está José Luis?






 

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