En la puerta de la Audiencia Provincial, el abogado del pistolero de Garrido, Arístides Arias asegura ante los medios de comunicación que "su posición es muy clara", añadiendo que "los hechos son incontestables. No vamos a estar inventando coartadas, es decir, las pruebas que presenta el Ministerio Fiscal son irrefutables, no así en el estado mental".
Pese a que el abogado repite en varias ocasiones que "los hechos son incontestables" y reconoce que su denfendido "sí es el autor del crimen", insiste también en que " lo que tiene que valorar el jurado es el estado mental de la persona": "Para llegar a conocer el estado mental de una persona no vale con unos minutos, se necesita más tiempo. En el caso de mi cliente, lleva con tratamiento desde los 13 años. Tiene TDH y a los 25 años estuvo ingresado en un psiquiátrico con un diagnóstico claro".
Arístides matiza que "la defensa se basa en el estado mental de la persona", que se trata de descifrar "qué pasó por su cabeza" en el momento del crimen porque ese día era verano, "hay mucha gente que duerme con la ventana abierta. Una persona, experta, que haya manejado armas, once disparos a un metro no falla cinco, solo hay seis impactos, se han perdido cinco, eso quiere decir mucho del estado mental en el que estaba esta persona el día de los hechos". Además, recuerda que después de la comisión del crimen, su cliente arrojó el arma y la ropa al contenedor, un lugar del que se pueden recuperar.
También, el abogado del pistolero confiesa que su defendido había postulado a entrar en la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército, no superando en ninguno de ellos el examen psicológico, insistiendo en que eso "dice bastante de la situación mental de mi defendido que necesitará cumplir la pena con tratamiento psiquiátrico". Al mismo tiempo, Arístides manifiesta que actualmente su defendido está ingresado en el Centro Penintenciario de Topas, en la enfermería, con medicación.
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