El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) solicita incluir al óptico-optometrista en la sanidad pública (SACYL). Así lo ha trasladado en multitud de ocasiones a la Consejería de Sanidad. “Se ha demostrado que se reducen las listas de espera y los costes de Atención al Paciente”, explica la delegada de COOCYL en Salamanca, Estefanía García.
En España son ya once territorios los que cuentan con ópticos- optometristas en su sistema autonómico de salud. Se trata de Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana. Lista en la que no se encuentra Castilla y León a pesar de que fue la primera comunidad autónoma de España, junto con Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista en 2004, tal y como indican desde el colegio.
Una figura que resulta fundamental, según expone García: “Cada vez estamos más demandados. Después de la pandemia empezamos a utilizar mucho más los móviles, las pantallas, los ordenadores. A raíz de ello, la gente empezó a preocuparse más por la visión, y el primer profesional sanitario de la salud visual y al que tiene más cerca somo nosotros. Estamos a pie de calle”.
Concretamente, en Salamanca existen más de 100 colegiados y 67 ópticas a donde los salmantinos pueden acudir. Respecto a la lista de espera de Oftalmología en el Complejo Asistencial de Salamanca, el tiempo medio de espera son 72 días. Es por ello, por lo que muchos deciden acudir antes a estos establecimientos sanitarios de óptica.
"Si detectamos unas patologías en estadios iniciales son mucho más fáciles de tratar y menos costosas, que si luego están en estadios más avanzados y también, por supuesto las pérdidas de visión para la gente si algo se detecta de forma precoz y se puede tratar podemos evitar pérdidas también a largo plazo de visión", afirma García.
Finalmente, la profesional indica que lo importante siempre es dar una mejor atención a los ciudadanos. "La colaboración entre ópticos y oftalmólogos es también ya una realidad en las clínicas privadas de Oftalmología y si ellos trabajan así es realmente porque merece la pena, porque es más económico. Destacar también que con nuestra inclusión se puede avanzar en la colaboración con médicos de Atención Primaria y enfermeros", concluye.