La pureza de Galán y la espectacularidad de Ventura abren la puerta grande La Glorieta ante un buen encierro de Sánchez y Sánchez

Buenas tardes, bienvenidos a todos los lectores de SALAMANCA24HORAS, esta tarde encaramos la que es la penúltima corrida de toros en La Glorieta en la feria de este 2024. Siguiendo la tradición, este sábado, día de San Mateo y de la provincia en Salamanca, es el día de los rejones, que este año sí vuelven a celebrase un 21 de septiembre.
Para el cartel de esta tarde con astados del hierro de Sánchez y Sánchez, una terna muy atractiva con un rejoneador Sergio Galán, que, aunque es de origen madrileño, lleva muchos años afincado en tierras charras, junto a él un fijo de la empresa gestora del coso charro, Guillermo Hermoso, apoderado por la empresa BMF. Y este año, la revelación con el regreso, después de diez años, del portugués Diego Ventura. 

En el patio de cuadrillas, de nuevo, y como esta mañana en el sorteo, expectación de los aficionados por ver a los equinos de los rejoneadores. Todos ellos con una doma exquisita de alta escuela, con los que los toreros consiguen hacer verdaderas virguerías delante de la cara de los astados.

Con buen ambiente en la plaza los rejoneadores ya se encuentran preparados en la boca de la puerta de cuadrillas para disponerse a hacer el paseíllo. 

En los tendidos, la presencia de diferentes personalidades del mundo del toro, ganaderos como Adelaida Rodríguez, El Canario, Espioja  o El Puerto de San Lorenzo entre otros, también de la política como Chabela de la Torre o Silvia González, concejala del ayuntamiento de Santa Marta o David Mingo.

PRIMER TORO | Con Ligero, un caballo lusitano tordo hacía el paseíllo Sergio Galán un año después de abrir la puerta grande de La Glorieta.

Esoeró frente a toriles con Noche, un caballo que debutó de salida también hace un año. Clavó dos rejones de castigo a un primer toro de Sánchez y Sánchez que se desplazó bien y tuvo movilidad, permitiendo pronto entregarse a Galán que con Capote se dejó llegar mucho al toro, tanto que llegó a rozar la piel del equino en varias ocasiones. Citó de frente y de cara al rostro Galán, haciendo alarde de su toreo clásico. 

Bribón le permitió de nuevo torear de frente midiendo con gran precisión desde el embroque. Y Óleo pusó el colofón final a una destacada faena donde el astado se encerró en las tablas y después de sacarlo a los medios Galán costó matarlo, estaba muy encogido, pero lo cazó bien el rejoneador, con una estocada fulminante que le valió una oreja.