Miles de personas han participado este Viernes Santo en la tradicional procesión de la vela, una de las más singulares de las que se celebra en Peñaranda. Los niños han ofrecido una vela a la imagen del Cristo del Humilladero, como punto final a esta procesión. Según cuenta la tradición esas velas servían para iluminar la imagen del Cristo durante todo el año así como para la parroquia. También se cree que esas velas eran donadas posteriormente entre las familias con menos recursos del pueblo.
Antes de la ofreda de la vela protagonizada por los niños, el párroco, Lauren Sevillano, ha tenido un recuerdo con las víctimas de la guerra de Ucrania, en la oración que ha realizado junto a la ermita del Humilladero.
La procesión de la vela ha comenzado en la iglesia de San Luis, hasta donde llegó el martes la imagen del Cristo del Humilladfero. En un primer tramo hasta la plaza de la Constitución, el Cristo del Humilladero ha estado acompañado por el Cristo de la Agonía o de San Luis. Precisamente, en este punto, ambos Cristo se han despedido, antes de que el de Humilladero continuara con la procesión de la vela hasta su ermita, y el de San Luis se desplazara hasta la iglesia.