Cuando el reloj marque las 18:30 horas los más de 300 hermanos de la Archicofradía del Rosario verán cumplido un sueño que llevan esperando desde hace más de una década. En ese momento Jesús de la Redención cruzará el dintel de la puerta de la Iglesia Conventual de San Esteban (Dominicos) en la que será la primera estación de penitencia de su historia.
Más de diez años llevaba esperando la corporación para efectuar su salida, concretamente desde el año 2009, cuando surgió la idea de crear una dimensión penitencial tras la reactivación de la rama letífica de la Archicofradía. Fue diez años después de ese momento, en 2019, y tras años de trabajo y de espera cuando llegó la aprobación por parte del entonces Obispo de la Diócesis, Mons. Carlos López.
Un año más tarde se integraría en la Junta de Semana Santa de Salamanca para realizar, semanas después, su primera salida penitencial. Una noticia que “se vivió con mucha ilusión y que llegaba en un momento en el que la gente estaba muy desanimada”, señala el Hermano Mayor de la Archicofradía del Rosario, Óscar Rodríguez. El 4 de abril de 2020 era el día marcado en rojo en el calendario para efectuar su primera estación de penitencia y la irrupción de una pandemia, por entonces desconocida, truncó la "ilusión" de sus hermanos tras tenerla que suspender.
La luz que “entonces no se veía”, señala el Hermano Mayor, Óscar Rodríguez, atravesará San Esteban este Sábado de Pasión cuando se abran sus puertas para que salgan los primeros nazarenos de la Semana Santa. Unos nazarenos que se revestirán con uno de los hábitos más característicos de los que procesionan en la capital del Tormes. Inspirados en la Orden de Predicadores, a la que pertenecen, y en la Sagrada Cena, añade Rodríguez, lucirán una cola recogida al brazo, siendo éste elemento diferenciador y especial.
Un capirote de 1,10 metros de alto con babero hacia abajo, una túnica sin costuras, un ancho cinturón de esparto y unas sandalias en señal de penitencia, son los demás elementos diferenciadores de “un hábito acorde con su historia, contexto e idiosincrasia”, indica el máximo responsable de la corporación.
Un largo trabajo hasta conseguir este camino que se ve reflejado en la labor diaria que realizan en la sede de la Archicofradía, de cuyo taller y gracias al trabajo desinteresado de sus hermanos se han creado la mayoría de los estrenos que lucirán este sábado. “Se ha finalizado la talla y barnizado del paso procesional y sus cuatro faroles, la cruz de guía y los faroles que la acompañan o las cestas que lucirán los diputados”, prosigue Óscar Rodríguez.
Estos no serán los únicos estrenos que tendrán la Archicofradía. Jesús de la Redención, imagen tallada por Navarro Arteaga en 2015 (también imaginero de la Virgen del Dulce Nombre y San Juan Evangelista, las otras imágenes titulares de la hermandad) lucirá una nueva túnica, potencias y cíngulo y lucirá un mantolín bordado del Señor de la Sagrada Cena de Sevilla, una de las piezas de mayor valor artístico y patrimonial de la cofradía andaluza, padrinos de la bendición de la imagen.
Un cortejo cuidado hasta el más mínimo detalle para el que Óscar Rodríguez recomienda “contemplar desde el fiscal de la cruz de guía hasta el último preste de la Hermandad. Hay que fijarse en los detalles, es una cofradía para disfrutar tanto del patrimonio como de las formas”, sentencia.