Una vez finalizada la Semana Santa, es turno de que los diferentes sectores hagan sus respectivas valoraciones de cómo han transcurrido estas fechas festivas. En este caso, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, Alain Saldaña, hacía un balance positivo: “Nos hemos defendido bien excepto el Viernes Santo, el viernes negro”.
La lluvia ocasionó no solo que se suspendieran varias procesiones, sino también que la restauración notara una bajada del 15% respecto al año anterior por la cancelación de reservas: “la gente prefirió quedarse en los hoteles”.
Las pernoctaciones, por su parte, rozaron casi el lleno con un 92% el Jueves, Viernes y Sábado Santos, y el resto de la semana trabajaron con la horquilla del 50-60%. El presidente del sector hostelero salmantino explicaba que “ha sido una semana dentro de los cauces de la normalidad”.
”Nuestro negocio es directamente proporcional al estado del bienestar con respecto a la meteorología: si hay sol y buena temperatura, la gente consume más.” Con la llegada del buen tiempo, concluía, “empieza a moverse más el tema turístico”, con un mercado internacional del 12-15% afianzado. “Todo fluye de manera más positiva y se nota.”