Cansados, pero con la satisfacción de haber ayudado en la mayor tragedia natural sufrida en España. Así regresan en estos momentos los bomberos de la Diputación a Salamanca tras trabajar durante tres días seguidos ayudando a los afectados de la DANA en Valencia. Vuelven a casa los 17 profesionales que viabajan a Valencia a primera hora del sábado y este martes parten otros tantos para darles el relevo y continuar colaborando con las labores de limpieza, desescombro y retirada de agua. El agotamiento por tantas horas seguidas trabajando no puede con la satisfacción del trabajo bien hecho, aunque reconocen que la sensación que sienten ahora es querer hacer más. “Yo me habría quedado más días”, asegura uno de ellos que reconoce que acumulan cansancio, aunque “las ganas de querer ayudar superan el frío, el agua y el cansancio”.
El contingente salmantino ha trabajado en dos espacios muy dañados. Nada más llegar fueron trasladados hasta Ribaroja, donde colaboraron con labores de limpieza de los accesos al polígono de Reva. “Era como una película de miedo. Al llegar fuimos al Puesto de Mando Avanzado para nos ubicaran. Entramos por un polígono y eso era descomunal. Había muchos trailers, unos encima de otros, coches marcados con X que eran los que revisaban… era como una película”, asegura.
El domingo y el lunes, los profesionales salmantinos han trabajado con la UME en el centro comercial de Bonaire. Su misión ha sido achicar agua, que había anegado tres plantas de parking y revisar cajas de escaleras, huecos de ascensores y salidas de emergencia. Un trabajo complicado ya que todo el mundo miraba con miedo este parking donde se creía que habría muchos fallecidos. “íbamos con miedo por lo que pudiéramos encontrar allí”, asegura el bombero que añade que “nos dijeron que creían que habría entre 50 y 60 cuerpos, niños y familias enteras”. Finalmente, tras retirar gran parte del agua que anegaba el subterráneo pudieron hacer una inspección y, afortunadamente, no encontraron ningún cadáver. Aunque la situación allí es dramática. “Hay un par de puntos con muchos escombros donde no se puede hacer nada de momento”, asegura, “allí te esperas lo peor”, concluye.
A pesar del brutal impacto y de lo duro del trabajo vivido estos días en Valencia afirma que está dispuesto a regresar. “Si me activan otra vez, voy de cabeza”, concluye.
Ellos regresan, pero otros compañeros salen este martes con destino a la provincia de Valencia, para continuar con su labor y seguir ayudando en los lugares de mayor impacto.