La Junta de Castilla y León ha reabierto al tráfico la carretera CL-610 en su tramo de Peñaranda a Rágama aunque aún no han finalizado los trabajos de reforma. La carretera ha estado cortada a la circulación desde el pasado 9 de agosto, aunque en el tramo entre Ragama y el limite con la provincia de Ávila ya se cortó durante algunas semanas al tráfico en el mes de julio.
Para finalizar los trabajos de mejora queda extender una capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente. También resta la señalización horizontal con las marcas viales y la instalación de las señales verticales. Además se tiene que intervenir en el tramo de 500 metros entre el enlace de con la autovía A-50 y la nacional N-501 falta la capa intermedia y la de rodadura.
Según informa la Junta de Castilla y León ya no va a ser necesario cortar al tráfico la carretera ya que se puede extender la capa de rodadura en un carril mientras los vehículos circulan por el otro. Los plazos de ejecución con los que se trabaja es la última semana de octubre de 2021 para la capa de rodadura, y la última semana de noviembre para la conclusión total de la obra.
El proyecto de mejora de esta carretera ha sido adjudicado por 2,8 millones de euros de presupuesto a la empresa Construcciones y Obras Llorente SA. Esta carretera consta de 2 carriles de 3,50 m de anchura y arcenes pavimentados de 1,0 m de anchura, soportando un tráfico de 1.636 vehículos al día, con un importante porcentaje del 17 % de vehículos pesados.