La Iglesia del Salvador de Rágama ha salido de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra gracias a la restauración que se ha realizado en el interior del templo. El templo, románico-mudéjar del siglo XIII, entró en la lista en el año 2009 debido al grave deterioro que presentaba. Tras restaurarse el atrio y el campanario en el 2011, quedaba mucho trabajo en la cubierta y su interior que acaba de concluir con la intervención que la Junta ha realizado en su bello artesonado, que se encontraba gravemente dañado.
Hace tres años se restauró la torre y se limpiaron las fábricas de ladrillo del exterior. También se trasladó el nido de la cigüeña. Ha sido ahora cuando la rehabilitación del templo se da por finalizada con la intervención que se ha realizado en la armadura de la cabecera de la nave del Evangelio. El artesonado presentaba desde hacía varios años problemas de humedades y filtraciones, tenía carcoma y había perdido numerosas piezas hasta el punto de que tenía peligro de derrumbe. Finalmente, una intervención de la Junta ha impedido que se perdiera esta joya arquitectónica con la restauración de la armadura de la cabecera de la nave, que se ha sujetado para evitar su caída, lo que le ha permitido recuperar la estabilidad y eliminar el hundimiento que presentaba ocasionado por la humedad y los xilófagos. También se han repuesto las piezas de decoración desaparecidas.
Con este, son ya cinco los inmuebles que han salido de la Lista Roja de Patrimonio y pasan a la denominada Lista Verde. El pasado mes de enero fue el Puente de Rando, en San Esteban de la Sierra, quien paso a esta lista, mientras que anteriormente lo habían hecho el Jardín Histórico El Bosque de Béjar, la iglesia de San Martín de Tours en Salamanca y el Fuerte de la Concepción en Aldea del Obispo. Se mantienen en la lista Roja 59 bienes patrimoniales de la provincia.
La Iglesia del Salvador de Rágama
Hispania Nostra recoge una descripción muy detallada de este templo. Se trata de una iglesia parroquial, muy reformada en los siglos XV y XVI. Originariamente era una única nave con sencilla cabecera. En el siglo XVI se construyeron las naves laterales, más estrechas que la central. Esta última se cubre con bóveda de cañón con lunetos. En el presbiterio la bóveda es de crucería estrellada con pinturas renacentistas (símbolos lunares y solares), anteriores a la colocación del retablo. En el exterior cabe destacar el magnífico ábside mudéjar (el central), formado por tres arquerías horizontales de once arcos, en distinto eje. La banda inferior es de arcos de medio punto con triple rosca; la superior, de arcos de doble rosca con recuadro. Por encima de estas series de arcos queda un friso discontinuo de ladrillos en esquina y alero primitivo de doble nacela. El ábside poligonal de la nave norte, en ladrillo, corresponde a la reforma del siglo XVI. La portada más meridional es gótico plateresca (gótico final) con reminiscencias decorativas animalísticas de gran relieve, tanto en el arco como en el recuadro.
Es cercana al estilo de Juan Gil y fue realizada en piedra arenisca. La armadura mudéjar que cubre el ábside de la capilla del evangelio, de artífice anónimo del siglo XVI, es una de las más bellas que podamos encontrar por calidad y originalidad. Esta techumbre es una perfecta forma octogonal con lazo de diez apeinazado y racimo acubado en el centro. Es de destacar el dorado y la policromía junto a la abundancia y calidad de los motivos decorativos. El retablo, de gran valor, es barroco del siglo XVIII, dorado de cascarón con columnas salomónicas. Las imágenes que cobija son de gran calidad.
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