El Obispado de Ciudad Rodrigo ha facilitado a los medios de comunicación en la mañana de este martes, 20 de noviembre, un comunicado en el que se desmarca del nuevo caso de abusos sexuales.
"En efecto, en el año 1998, Joaquín Galán Pino fue denunciado ante la autoridad civil. Dicha denuncia se sustanció en los correspondientes tribunales civiles y, como cualquier ciudadano, cumplió con la sentencia condenatoria, sin llegar a entrar en prisión dado que no tenía antecedentes penales", afirma.
"El Obispado de Ciudad Rodrigo actuó en aquel momento conforme a la legislación canónica entonces vigente, si bien no hubo denuncia canónica alguna contra él. Desde entonces, este sacerdote dejó su trabajo como profesor de Religión, ejerciendo, pasado un tiempo, el ministerio pastoral siempre bajo la supervisión de un párroco", concluye el comunicado.