Reciclar, reutilizar, reducir; reciclar, reutilizar, reducir; reciclar, reutilizar, reducir… Es el lema grabado a fuego por el que Manuel Rufino García, el diputado provincial de Medio Ambiente, trabaja cada día. Las famosas tres erres marcan el día a día de un área en la que solo se descansará el día en que ni un solo residuo deje de reciclarse. El desafío es titánico pero los resultados invitan al optimismo. Hay que ser pacientes
¿Juega la sociología de la Salamanca rural contra el reciclaje?, ¿falta concienciación en la gente mayor?
Es cierto que cuesta más trabajo pero para contrarrestarlo hago siempre muchísimo hincapié en que las campañas de sensibilización incluyan mucha información dirigida los niños. Ellos son la clave. Vamos a formarlos en la cultura del reciclaje porque ellos sí que lo ven y fuerzan a los padres a hacerlo y porque, ya de mayores, serán personas muy formadas y concienciadas con estas prácticas.
¿Por eso Salamaq puso en marcha el pasado año talleres para escolares?
Efectivamente, justo por eso. De ahí que en este 2017 repitamos. Seguimos haciendo campañas de concienciación y volveremos a poner en marcha talleres para niños en colaboración con Resuival , la empresa concesionaria. Les haremos ver qué pueden hacer con cosas que son aparentemente basura. También les explicaremos la enorme diferencia de gasto de energía que supone fabricar algo completamente nuevo a hacerlo cuando procede de material reciclado es notable. En ese segundo caso el ahorro es evidente.
Se refiere el diputado a Resuival, la empresa encargada de prestar este servicio en la provincia. El pasado 1 de junio presentaba tres nuevos vehículos de recogida de residuos para la provincia; dos de mayor tamaño -recolectores compactadores- y uno más pequeño que se está ocupando ya de recogidas urgentes y del mantenimiento.
Se refuerza de esta forma el servicio pensando en el verano, la época de mayor trabajo del año para este servicio en la provincia pues mientras en invierno las cifras están por debajo de Salamanca capital, en verano la recogida es muchísimo mayor en la provincia que en su principal municipio. En algunas localidades, incluso, esas cifras llegan a multiplicarse por cuatro.
La última se ha centrado en las latas pero es cierto que las campañas de concienciación son una constante…
No puede ser de otra manera. Además de que el reciclaje está en permanente evolución conviene recordarle constantemente a la gente la importancia de reciclar porque el beneficio para el medio ambiente es muy grande. No lo veremos a corto plazo pero en este aspecto hemos de tener una mirada larga.
Desde que la Diputación presta este servicio, el incremento de la tasa de reciclaje es muy llamativo
Lo cual demuestra lo necesario que era un servicio de estas características para Salamanca. Es verdad que los años de la crisis también se notaron en el reciclaje. A menor consumo, menor tasa pero esos mismos datos evidencian ahora un aumento significativo. Son buenos datos; no mienten y esto va a más pues cada vez vamos recuperando un número mayor de residuos. Eso sí, con los pies en suelo porque todavía seguimos por debajo de la media nacional. Seguimos intentando dar cada vez más servicios a la provincia.
Conviene recordar constantemente a la gente la importancia de reciclar porque el beneficio para el medio ambiente es muy grande
Como en su día, por ejemplo, la recogida de enseres voluminosos
Eso es. Una idea que, según demuestran los datos desde que se puso en marcha en 2014, era también muy necesaria. Pronto se desarrollarán otras innovaciones que ayudarán a seguir mejorando.
Otra de las novedades, que coloca a Salamanca a la cabeza de la innovación, es la aplicación para dispositivos móviles que lleva a nuestras pantallas el servicio de reciclaje que presta La Salina con diversos apartados que permite conocer desde la ubicación de un contenedor hasta la clasificación de los municipios que más reciclan en la provincia de Salamanca. Una idea curiosa por lo que supone de estimulante.
¿Cómo se les ocurrió hacer un ranking?
Es una forma divertida de motivar el reciclaje. Cada año distinguimos públicamente a aquellas localidades que alcanzan tasas más altas reciclando cartón, papel, envases y vidrio. Después podemos observar como quienes están arriba siguen haciendo las cosas bien para no perder esos puestos de privilegio y los que vienen por detrás ponen un empeño enorme por ir mejorando en las diferentes clasificaciones. Para los pueblos es un estímulo permanente.
En 2016 volvió a aumentar la cifra de contenedores, otros 137 más. ¿Por qué?
Porque hay que dar facilidades. A la gente le cuesta mucho desplazarse con la basura pero poniéndoles cerca esos contenedores los datos mejoran. Está demostrado.