Muñoz, año 1978. Aquella mañana de diciembre en la se detuvo el tiempo para los alumnos del Colegio Público Comarcal Nuestra Señora de los Remedios, que iban a clase en un autobús escolar que cubría la ruta entre La Sagrada y La Fuente de San Esteban, en pleno Campo Charro. Un suceso trágico que marcó a la provincia, que supuso un antes y un después y a cuyas víctimas ha querido hacer 40 años más tarde un homenaje el escritor y periodista salmantino Paco Cañamero.
30 alumnos y un adulto perdieron la vida cuando el autobúsen el que viajaban cruzaba un paso a nivel y se interponía en el camino hacia Salamanca de una locomotora que procedía de la estación portuguesa de Vilar Formoso. Pero más allá del dolor de familiares y amigos de los desaparecidos, a los que Paco quiere homenajear con la obra ‘Aquella mañana de diciembre’, el libro pretende dar a conocer la parte más humana del accidente. “Ese día sucedieron cosas ejemplares”, destaca Paco. Y es que fueron los vecinos de los pueblos de la zona los que, en sus coches particulares, trasladaron a los heridos más graves a los hospitales de Salamanca. También es digno de recuerdo la determinación del Gobernador Civil, un madrileño que tras el accidente creó un vínculo indestructible con la provincia. Ante la pasividad del juez de Ciudad Rodrigo, que no se presentó a lugar de los hechos hasta pasado el mediodía,Jaime Royo decretó el levantamiento de los cadáveres bajo su responsabilidad.
Pero lo que no olvidará jamás Paco Cañamero son las sensaciones que experimentó aquella mañana al llegar a la escuela. Estudiaba quinto de EGB y era compañero de los alumnos que perdieron la vida en el accidente. Las prisas y el trasiego constante de coches se apoderaron de La Fuente de San Esteban un día antes de que comenzaran las vacaciones de Navidad. Profesores llorando y padres acudiendo a recoger al centro antes de tiempo a los jóvenes que allí estaban.
La tragedia, por descontado, no fue ajena a los medios de comunicación. La gravedad del incidente provocó que este atrajera los focos de la prensa nacional. En la documentación de su obra, Paco Cañamero pudo comprobar el riguroso despliegue de El País o el trabajo de campo que realizaron periodistas como Ignacio Francia. También Televisión Española dedicó un espacio al accidente dentro de su programa ‘Informe Semanal’.
Hablan los familiares
Un perfil de cada uno de los fallecidos recoge cuáles eran sus aficiones y qué expectativas de futuro tenían. Es otra de las consideraciones que hacia ellos tiene el libro. La obra también cuenta con los testimonios de supervivientes y de algunos familiares de los pequeños que perdieron la vida aquella mañana. Para su sorpresa, accedieron a colaborar. “Me abrieron su corazón pese a que durante mucho tiempo ha sido un tema tabú”, explica. Unos supervivientes y familiares que acudirán a la presentación de la obra este miércoles en el Casino de Salamanca en lo que será un paso más hacia la cicatrización de una herida, dice Paco, que el tiempo aún no ha curado.