Ledesma recuperará su muralla a finales de verano, tras el fin de las obras de rehabilitación

El agua, causa de los dos derrumbes, ya sea por las lluvias o por acumulación de agua del subsuelo

Nuevo derrumbe de la muralla de Ledesma
Nuevo derrumbe de la muralla de Ledesma

Finales de verano, esa es la fecha prevista para el fin de las obras de rehabilitación de la muralla si se cumplen todos los plazos. El proyecto de rehabilitación, que está en fase de licitación, tiene una inversión de 608.634 euros. Las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el 24 de febrero de 2025 y tienen un periodo de ejecución de seis meses.  
La muralla, declarada Bien de Interés Cultural en 1949, será restaurada tras los dos derrumbes registrados el año pasado.

El objetivo de las actuaciones es recuperar, reconstruir y consolidar los dos tramos de la muralla que han sufrido derrumbes, según reza el proyecto de rehabilitación. Las actuaciones se centran en los tramos que van por la calle Trasera del Cuartel y paseo Andrea Alonso. Se trata de dos de las calles más importantes de la villa y de mayor importancia turística y cultural del recinto amurallado. Además, en el paseo Andrea Alonso está uno de los miradores más visitados de la villa sobre el río.

En la zona de la calle Trasera del Cuartel, las obras consistirán en la consolidación del tramo de la muralla, que tiene entre 4 y 5 metros de longitud y 9 metros de altura. Esta zona sufrió un desplome el pasado 14 de febrero de 2024 en el que se deslizó la base de la muralla, formando un cono de rotura en el trasdós del mismo. En el paseo de Andrea Alonso, el tramo afectado es de entre 6 y 7 metros de longitud y 8 metros de altura, que discurre en dicho paseo a la altura de la plaza del Hospital. Sufrió el desplome deslizándose hacia la base de la muralla, formando un cono de rotura en el trasdós del mismo, generando una cuña que abarca una profundidad de 1 metro aproximadamente, desde la cara exterior de la muralla.

Como actuación complementaria, atendiendo a la evolución de la muralla de Ledesma, y en concreto del lienzo Este de la misma, con dos derrumbes en el mismo tramo con menos de 5 meses, se valora en el presente proyecto intervenciones de carácter puntual como refuerzos estructurales y drenajes que permitan el alivio de la presión del agua en el trasdós del muro.

Los trabajos además buscan analizar las causas de los dos derrumbes, que demuestran la inestabilidad de la muralla, lo que hace que se planteen estudiar la posibilidad de actuar sobre el resto del lienzo. Según el proyecto de la rehabilitación, en los dos derrumbes se ha producido la rotura del muro y el consiguiente deslizamiento de su trasdós. En ambos casos, se considera muy probable la causa del agua, ya sea por fuertes precipitaciones que penetran en el terreno, o acumulación de aguas que discurren por el subsuelo, las que generan la presión en el trasdós ejerce sobre la muralla, provocando el empuje y deslizamiento de la muralla en su punto más débil. Esto, unido a la saturación de las fábricas y sus juntas, presencia de elementos vegetales, etc., dificultan el drenaje natural de la muralla, provocando grandes tensiones que, en algunos casos llegan a provocar el colapso del elemento.

En las sucesivas visitas realizadas a la zona afectada hasta la fecha, no solo preocupa el paño derruido y que se acumula sobre la ladera existente en la base de la muralla, sino que preocupa de manera considerable el hinchamiento y pérdida de verticalidad de la parte central de los paños de la muralla continuo a la zona afectada en cada uno de los tramos derruidos, con un desplome respecto la verticalidad que podría estimarse en 40-50 cm en el caso de la calle Trasera del Cuartel, reflejando, de alguna manera, una situación similar a la existente en el paño afectado antes del colapso.

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