"Me he vacunado porque soy responsable de la residencia municipal". Así lo ha reconocido el alcalde popular de Valdelosa, Manuel Prada, explicando que le pusieron la primera dosis hace 15 días, el pasado 11 de enero, "porque entro y salgo de la residencia y firmo documentación".
Con una segunda dosis para residentes y trabajadores prevista la próxima semana, Manuel Prada argumenta que recibió la llamada de la gerente para que se vacunara.
"No me quiero justificar pero he ido, soy el responsable de la residencia, voy y seguiré acudiendo siempre que lo necesiten, parece que hemos cometido el mayor delito del mundo y no es así", manifestó el alcalde -esta es su octava legislatura al frente del municipio- y también presidente de la Mancomunidad de la comarca de Ledesma.
Sin contrato con la residencia, ni vinculación laboral, el alcalde ha afirmado que, de gestión municipal, realiza habitualmente trabajos en ella, de ahí que se decidiera a vacunarse, aunque asegura que "no era partidario, porque me daba miedo y tras vacunarme, la primera noche lo pasé mal".
Respecto a la vacuna que también han recibido miembros de su familia, como su mujer y otros familiares, deja claro "que trabajan en la residencia, con contrato".
Asimismo, Manuel Prada añade que estuvieron buscando a dos personas en el pueblo para no perder dos dosis que sobraron de la residencia, por no poder recibirla todas las trabajadoras "y estuvimos buscando a dos vecinos para vacunarlos, los que más la necesitaban por su estado".
El PP pide la dimisión de Manuel Prada como alcalde, la entrega de su acta como concejal y lo suspende cautelarmente de militancia
El PP de Salamanca ha pedido a Manuel Prada su dimisión al frente de Consistorio, tras conocer por SALAMANCA24HORAS que fue vacunado en la residencia, sin pertenecer a los grupos prioritarios. El Partido Popular, que ha solicitado también que abandone el acta de concejal por esta conducta, suspenderá cautelarmente de militancia a Prada por estos hechos, tal como indica un comunicado.
La vacunación frente al COVID-19 en Castilla y León establece varias fases en las que se irá vacunando a diferentes colectivos, según la disponibilidad de dosis, atendiendo a criterios técnicos y sanitarios basados en principios de riesgo de morbilidad grave o de mortalidad; riesgo de exposición; riesgo de impacto social o económico negativo; y riesgo de transmisión de la infección a otras personas.
En la primera fase se comenzó por residentes en centros de atención a la tercera edad y a la dependencia y trabajadores de esos ámbitos sociosanitarios, continuando con el personal sanitario de primera línea -Atención Primaria, UCI, urgencias, Medicina interna, neumología, servicios de prevención de riesgos laborales o admisión- y personal de Emergencias Sanitaria.
En un tercer grupo, resto de personal de los hospitales, personal sanitario de centros privados y resto de personal socio sanitario y, en un cuarto grupo, grandes dependientes.