La genialidad llega hasta las señales que marcan el aparcamiento reservado para personas con discapacidad, ubicado en el Parque Natural de Las Batuecas.
Hasta este extremo se ha tenido que llegar para que aquellos que no respetan dichas señales se conciencien de que estas plazas sólo son para quienes el distintivo indica.
Si realmente, muchos se dieran cuenta del prejuicio que supone aparcar en estas zonas reservadas para personas de movilidad reducida, y se pusieran en la piel de los mismos, la solución estaría resuelta sin llegar a estos extremos.
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