De las chichas de la matanza, a las migas castellanas, pasando por la sangre encebollada, la jeta frita, la ensalada de oreja, las carrilleras entomatadas, la lengua a la plancha o, como no podía faltar, el jamón ibérico.
Son cientos los platos que se pueden elaborar teniendo como principal base los productos del cerdo ibérico o 'el marisco de pocilga', expresión acuñada por uno de los impulsores de la matanza típica, Jesús Merino.
Propuestas gastronómicas que forman parte del menú de la Matanza Típica de Guijuelo elaborados por el restaurador Jesús Merino y recogidos en el libro 'Matanza Típica de Guijuelo. 25 años con la tradición', del periodista Damián Martín.
Uno de los platos fijos de cualquier matanza son las chichas. Se trata de los magros picados y adobados con sal, ajo, orégano y pimentón y reposados unas horas. Después, freir en la sartén, las chichas se toman en caliente.
Otro plato tradicional de la matanza es la sangre encebollada. Como explica Merino en el libro 'Matanza Típica de Guijuelo. 25 años con la tradición', una vez cocina la sangre con sal, se pasa por la sartén con cebolla, laurel y guindilla al gusto.
Contundentes platos con los que combatir el frío que finalizaban con rotundos dulces como las perrunillas, elaboradas también con manteca de cerdo, o los chicharrones dulces.