La pesca es una actividad ancestral que ha evolucionado hasta convertirse en deporte pero que no está bien reconocida, ni tampoco fomentada, al menos en la provincia de Salamanca pese a su “alto potencial turístico”. Desde el Club Farinatos Fishing, con sede en Ciudad Rodrigo y cerca de cumplir una década desde que abrió sus puertas, una quincena de personas, apasionadas de esta actividad, se reúnen cada vez que sus vidas privadas se lo permiten para disfrutar de su ‘hobbie’ predilecto y para intentar divulgar la pesca deportiva, tanto en la provincia salmantina como fuera de ella.
Manolo Blanco, presidente del Club desde hace año y medio destaca la evolución de esta actividad, explicando que “el cambio ha sido radical” y que “en la actualidad el 80% de las licencias son de captura y suelta”, donde asegura que “el pez no se sacrifica nunca”. Es más, relata que “en nuestro club practicamos únicamente la captura y suelta como una diversión, no con el fin de comer los peces, por eso muchas veces en el río de Ciudad Rodrigo hemos pescado al mismo pez más de una vez en una jornada”.
No obstante, matiza que la modalidad de pesca “depende de la mentalidad de cada pescador”, reconociendo, igualmente, que “la ley no nos está acompañando mucho en algunos aspectos, por ejemplo, en muchos embalses nos obligan a matar el pez si está catalogado como especie invasora como son el Siluro, el Lucio o la Lucioperca”.
Especies invasoras que habitan en Salamanca
Pese a que Salamanca se trata de una de “las mejores zonas para practicar la pesca”, destacando la cuenca del río Tormes, según indica Juan Antonio Pérez, usuario del club mirobrigense, también resguarda en sus aguas grandes amenazas que no solo ponen en peligro a las especies autóctonas, también a la propia actividad de la pesca como deporte.
En este sentido, Juan Antonio revela que “en Salamanca tenemos un grave problema con las especies invasoras como el Siluro, que se ha asentado en el pantano de Santa Teresa, siendo, además, una especie muy dañina para las autóctonas”.
En el caso del Siluro “es una especie que en muchos lugares se está introduciendo de manera ilegal”, advirtiendo, este pescador, que hay otros que practican la pesca de especies invasoras porque les gusta capturarlo, haciendo hincapié en que “hay que tomar consciencia del daño que están generando estas especies en las aguas salmantinas”.
El Siluro, según el boletín de ‘Pesca en Castilla y León’ se trata de una “especie exótica”, originaria del Este de Europa, Asia Central y Asia Menor, de gran talla que puede llegar a alcanzar los 2,5 metros de longitud y un peso de hasta 100 kilos. No obstante, y según este documento que se puede consultar a través del siguiente enlace, “las tallas máximas conocidas superan los 5 metros de longitud y los 300 kilos de peso”. Su edad además se puede prolongar hasta los 30 o 50 años. Todo ellos datos que hacen disparar la preocupación de pescadores como Juan Antonio, que advierten de que su presencia en las aguas de Salamanca se está convirtiendo en una “problemática a tener muy en cuenta, sobre todo cuando se asienta en una zona truchera y cuando, además, su población se encuentra descontrolada porque se come al resto de peces”.
Es por ello, por lo que desde este club de Ciudad Rodrigo llaman a la prudencia de otros pescadores, puesto que su incremento “se ve favorecida por su interés deportivo” y porque muchos de los ejemplares capturados “se suelen retornar al agua”.
En otros ríos de la provincia como el Águeda o en la zona de las Arribes habita también otra especie invasora como es el Lucio, aunque este se mantiene bajo control. “Esta especie invasora lleva ya asentada en las aguas del Tormes desde hace unos 50 años, pero ahora su población ha mermado y está controlado”, concluye J.A Pérez.
La pesca de Trucha con mosca y Black Bass
En el Club Farinatos Fishing se practican dos modalidades, ya que el grupo de una quincena de personas se encuentra dividido entre la pesca de trucha con mosca y Black Bass.
La pesca de trucha con mosca la realiza Juan Antonio Pérez, practicando la captura y suelta, cada vez más habitual entre los pescadores deportivos. La modalidad en mosca es una de las más usadas en aguas dulces como en los ríos o lagos, “un tipo de pesca diferente con la que se puede pescar truchas, barbos y carpas”. Es, además, “una pesca más artística”, ya que según explica, “cada pescador tiene que fabricar sus propias moscas que pueden ir desde medio milímetro hasta 10 centímetros”, aunque subraya que “lo realmente importante de esta modalidad es el lance”. También cuenta que con “moscas de 10 cm se puede llegar a pescar especies más grandes como los lucios”.
La pesca con mosca es también conocida como ‘cola de rata’, una clase que “es más llevadera con el medio ambiente, donde el pez no sufre tanto porque no lleva un ancla con tres anzuelos. La mosca suele ser pequeña y es más delicada, permite una pesca deportiva y conservadora al devolver además al pez a su hábitat”.
Manolo Blanco en cambio opta por la pesca de Black Bass por demarcación, desplazándose a embalses de Extremadura y también a aguas portuguesas. Se trata de un pez que alcanza entre unos 30 y 40 cm, de color verdoso, donde hay ejemplares que pueden alcanzar hasta los 97 cm de longitud y los 10 kilos de peso.
Es un pez además que, el presidente del club dice que “antes solo se pescaba en el buen tiempo, pero ahora se pesca durante todo el año con sondas en tiempo real, debajo del agua”. Es así, una modalidad de pesca que ha cambiado y que permite mejoras notables gracias a las tecnologías. Explica que la sonda es “un instrumento que con una pantalla te indica los grados del agua, la profundidad y te permite, a través de ondas sonoras saber los bancos de peces que hay dentro del agua y dónde están, incluso los que se encuentran debajo del pasto”. De esta manera, esta modalidad “nos permite pescar más meses a lo largo del año. De hecho, el Black Bass hace años de diciembre a febrero era imposible pescarlo y ahora se puede coger también en esos meses, lo único que no se saca en la misma cantidad”.
La principal diferencia de pescar trucha con mosca a pescar empleando otras modalidades, como, por ejemplo, la pesca de Black Bass es el lance: “Con la mosca tienes que ser muy meticuloso y aprender a hacer el lance porque la mosca no pesa nada y hay que desplazarla a lo mejor a unos 15 o 20 metros. En cambio, con el Black Bass el lance es muy distinto porque el señuelo es un pez o una lombriz artificial que pesa más”.
El “alto potencial turístico” de la pesca en Salamanca
Salamanca no es únicamente una región rica en aguas con ejemplares que poder capturar, se trata de “una zona muy buena para practicar la pesca, sobre todo en la cuenca del Tormes”, desgrana Juan Antonio Pérez.
Al mismo tiempo, este pescador reconoce que “es una de las provincias que más pescadores atrae de otros lugares de España, de hecho, tengo muchos amigos pescadores de Madrid y de otros puntos de España que cada vez que tienen tiempo viajan con sus familias para practicar este deporte”. Es por lo que, concluye que “Salamanca tiene un alto potencial turístico que no está bien valorado por parte de las administraciones salmantinas. No lo están poniendo en valor y es una pena”.