El verano viene acompañado de vacaciones, viajes, reencuentros, pero también de abandonos. En septiembre de 2023 un total de 700 gatos convivían en la capital del Tormes, repartidos en 48 colonias, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Salamanca.
Una situación “especial” que empeora en el entorno rural debido a una “costumbre terrible” que consiste en traer a los felinos durante la estancia vacacional al pueblo y una vez que regresan a sus ciudades de origen como Madrid, los abandonan en los pueblos. “Vienen porque en el campo hay topillos, entre otros, y lo sociabilizan, lo dan de comer y lo domestican, pero cuando se marchan los dejan allí porque creen que al estar en el pueblo estarán bien y ya se buscarán la vida”, asegura Asún Serra, miembro de Castegatos, una asociación de Castellanos de Moriscos sin ánimo de lucro.
En otros casos, “los dueños piensan en llevarlo al pueblo porque no lo soportan en su piso”, siendo ambas situaciones el origen de las colonias felinas de los municipios salmantinos, representando un 60 o 70 por ciento. Este tipo de personas no son conscientes que, pese a ser un pueblo, “sufren igual y están en un entorno hostil” porque “integrar nuevos animales en un entorno ya creado produce ataques y rechazo por parte de los otros”.
Se cumplen las expectativas: con la nueva Ley de Bienestar Animal aumentan los abandonos
La Ley de Bienestar Animal entró en vigor el pasado septiembre de 2023 y tal como auguraban diferentes expertos, los abandonos “han aumentado”. No obstante, las asociaciones aún continúan “adaptándose a la nueva situación”, pero desde su publicación, Asún confirma que “han aparecido gatos nuevos”, lo que refleja otra de las causas de los abandonos, los cuales se disparan entre mayo y octubre. “Tememos al verano”, pese a que los abandonos siempre se producen en periodos vacacionales, ésta es la “peor época”.
Esta norma actualizó diversos requisitos en torno a los animales de compañía, entre otros, lo que supuso una confusión para numerosas personas. “Nadie va a entrar a tu casa a comprobar si el gato tiene chip o no, aunque sea obligatorio, pero siempre pasa lo mismo, hasta que nos adaptamos a una ley lo primero que hace la gente es salir corriendo y en este caso pagaron los animales”.
Por el contrario, algo de luz recae sobre las adopciones que se han mantenido “a buen ritmo” durante los últimos años gracias a la difusión en redes sociales y a un “despertar de la sensibilidad” que se ha incrementado “bastante” en la sociedad y en la comunidad rural, “cambiando el chip”. “Aunque no se impliquen en los trabajos de voluntariado sí que están pendientes de que no se les haga nada a gatos, perros u otros animales del entorno como pájaros o gazapos”.
Sin embargo, cambiar la mentalidad de cada persona “es complicado” ya que aquellos que abandonan o maltratan “no comprenden”, por lo que recomiendan “denunciar a las autoridades” porque quien “no tiene sensibilidad no la desarrolla”.
¿Cómo adoptar e informar de un gato abandonado?
En caso de encontrar a un gato abandonado o extraviado se debe llamar al Ayuntamiento de la localidad porque actualmente es competencia de las administraciones.
Por otra parte, para formar parte del voluntariado y ayudar a los animales de la provincia, los interesados pueden contactar con la asociación: castegatos@gmail.com.
¿Y cómo se puede adoptar? Una vez se ha hecho hueco para la vida de un nuevo compañero, en Castegatos se deben cumplir con tres requisitos, los cuales ahora exige la ley, pero el organismo mantiene desde sus inicios “para velar por la seguridad de los gatos y garantizar la adopción”.
Estos son: Poner las dos primeras vacunas, esterilización a los 6 meses y microchip a partir de los 3 meses. Aún así, recuerdan tomar la decisión con responsabilidad y “sin egoísmo” porque tener una mascota “no es para un rato sino para toda la vida, en concreto, la suya”.
Las redes sociales como “herramienta” para “condenar y apoyar”
Al igual que en otros muchos ámbitos de la vida, las redes sociales también han facilitado el mundo de la adopción. Desde las protectoras se dan a conocer, conciencian y sensibilizan a la población: “Es maravilloso”.
Además, cumplen una labor de formación entre iguales porque “en casos de abandono o maltrato, la población se vuelca y quienes cometen estas acciones se retraen un poco”.
Una “herramienta muy buena” que permite condenar actos contra el bienestar animal, dejando en evidencia a quienes lo cometen. “Muchos ciudadanos los rechazan”, mientras que a las asociaciones “nos sirve de ayuda y apoyo” para lidiar “con estas situaciones” que son “desesperantes, desequilibrando el hábitat rural y el trabajo de años”.