La diáspora del arte salmantino, estas son las piezas que se exponen en el extranjero
Ciudad Rodrigo es la localidad que más patrimonio tiene fuera de España tras la venta de las 26 pinturas del retablo de la Catedral que se encuentran en el Museo de Arte de la Universidad de Arizona
Retablos, esculturas, piezas de plata, rejas, tapices e incluso un monasterio, el de Santa María la Real de Sacramenia, Segovia. Son muchos los bienes de Castilla y León que pasaron de mano en mano hasta salir de nuestro país. Algunos expoliados, muchos vendidos a coleccionistas y ahora, expuestos en museos. Una diáspora que hace que este patrimonio artístico esté repartido por el mundo. Entre ellas Salamanca, con numerosos bienes, sobre todo pinturas, expuestas en Estados Unidos o Buenos Aires.
La Junta de Castilla y León ha inventariado los bienes de la comunidad que están expuestos en museos extranjeros. A través de Nostra et Mundi, un proyecto liderado por la Fundación de Castilla y León y las Cortes de Castilla y León que intenta difundir el patrimonio cultural en el extranjero, se ha realizado un registro de este patrimonio en el exilio. Un proyecto que intenta explicar las causas de su salida al exterior. Sin embargo, son muchos más los bienes que están en el extranjero que los que tiene registrados ya que es un listado que no está cerrado debido a que realmente se desconoce cuánto patrimonio salió de iglesias derruidas, monasterios ya desparecidos o palacios, expoliado o bien vendido a anticuarios y que ha terminado en colecciones particulares.
Según Nostra et Mundi, la mayor dispersión de bienes se produjo en los siglos XIX y XX. La guerra de la Independencia y sus expolios fueron la principal causa de la salida de patrimonio de la provincia, aunque también las desamortizaciones eclesiásticas con numerosas ventas de obras de arte y la presencia de anticuarios y marchantes que buscaban piezas para las colecciones de particulares y museos a principios del siglo XX hicieron que el abundante patrimonio de Castilla y León se convirtiera en uno de los más demandados. En Salamanca, además de los bienes recogidos por Nostra et Mundi y que están en el extranjero también hay que tener en cuenta los numerosos bienes que se pueden ver en otras comunidades autonómas y que reflejan una parte esencial de una Salamanca que existió, como aseguran desde Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio en Salamanca, que apuestan por un registro y control de todas las obras que salieron de Salamanca como forma de entender la ciudad también a través de las obras que están fuera.
Ciudad Rodrigo es la localidad de la provincia que más obras tiene registradas en el exterior ya que el antiguo retablo mayor de la Catedral fue vendido y actualmente se encuentra en el Museo de Arte de la Universidad de Arizona, ubicado en Tucson, Estados Unidos. Allí se encuentran 26 tablas de las 29 con las que contaba el retablo en su ubicación original. El Cabildo de Ciudad Rodrigo lo vendió a un agente de Madrid en 1879, que a su vez se las vendió a uno londinense. Fueron adquiridas por Sir Francis Cook, según recoge la web de Nostra et Mundi, que las instaló en su mansión familiar cerca de Londres. A mediados del siglo XX fueron vendidas en Nueva York a la Samuel H. Kress Fundation que las restauró y entregó al Museo.
Se trata de 26 tablas de pintura atribuidas a Fernando Gallego y la Maestro Bartolomé. Las tablas retratan diversos momentos de la vida de Jesús.
En el Museo Metropolitano de Nueva York se encuentra la obra San Miguel y San Francisco, de Juan de Flandes y procedente de la Universidad de Salamanca. Hasta el 1908 no se tenía conocimiento de su existencia. Se trata de una pintura de principios del siglo XVI que habría formado parte del desaparecido retablo de la Universidad de Salamanca, encargado por la Universidad al pintor cuando, tras la muerte de Isabel la Católica, se instaló en Salamanca.
En el mismo museo se encuentra un pliego poético castellano de finales del siglo XVI del que se cree procede de Salamanca. Está dedicado a promover la devoción por la Virgen del Rosario y fue publicado en Salamanca en 1596 por el editor Pedro Lasso.
También en el continente americano, pero en este caso en Argentina se encuentra San Lorenzo, una escultura del segundo cuarto del siglo XVI que procedía del convento de Santa María de las Dueñas, en Salamanca. Actualmente está en el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, en Buenos Aires. Una obra que permaneció en el convento salmantino hasta 1947, cuando un historiador argentino, Héctor Schenone, la compró directamente al monasterio. Formó parte de su colección particular hasta que fue nombrado director del museo donde se encuentra en la actualidad.
En el mismo museo argentino se encuentra un conjunto de estaño de dos vinajeras y un cáliz procedente de la iglesia de Santo Tomás Cantuariense de Salamanca, datadas en el siglo XIII. Al parecer se encontraron en la tumba de uno de los sacerdotes de la iglesia a principio del siglo XX y permanecieron en la iglesia salmantina hasta 1947, cuando Héctor Schenone, la compró.
Hasta aquí llega la lista de obras salmantinas fuera de nuestras fronteras que tiene registradas Nostra et Mundi. Sin embargo, hay referencias de otras piezas que están expuestas en museos extranjeros. Es el caso de doce piezas de bordado serrano salmantino que se encuentran en el Museo Hermitage, de San Petesburgo.
Obras de arte salmantinas en otras comunidades
La lista de piezas salmantinas que están en otras comunidades es mucho más larga. Una de las más famosas es el Calvario de Juan de Juni, adquirida por el Ministerio de Cultura y que está en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Una obra que ha sido pedida en reiteradas ocasiones por Ciudad Rodrigo, que solo ha conseguido que se haya expuesto en la ciudad temporalmente y con motivo de las Edades del Hombre. Otra de las piezas más famosas es el claustro de Palamós, del que se asegura que procede de la Catedral Vieja de Salamanca y que Cataluña siempre se ha negado a devolver alegando que compraron las piezas a las monjas de San Juan de Jerusalén.
En Granada, en el Paseo Funerario de la Fundación Rodríguez-Acosa se encuentra un monumento funerario que fue localizado durante una construcción en el que fuera el Convento de la Merced en Salamanca en 1912, según se recoge en Salamanca en el Ayer, que antes estuvo en el estudio del artista josé María Rodríguez Acosta. También hay constancia de otro monumento funerario, esta vez procedente de la iglesia de las Madres Isabeles de Alba de Tormes y que se encuentra en el Museo Frederi Marés de Barcelona y que en 1949 fue adquirido por Raimundo Ruiz, un coleccionista y anticuario, según recoge en Entre el Tormes y Butarque. Pero no es la única pieza salmantina que está en El Marés, ya que también allí se guardan ocho capiteles románicos en arenisca, que según un estudio de Antonio Ledesma, de la Universidad de Salamanca, procederían del antiguo monasterio de San Juan de Barbalos, del que hoy solo queda en Salamanca la iglesia.
La portada de la iglesia de San Adrián, desaparecida en Salamanca. El mal estado del templo hizo que la portada se trasladara a Hospital de la Santísima Trinidad. Cuando se construyó el nuevo edificio para el hospital, este quedó abandonado y cuando poco más de diez años después las Siervas de San José adquirieron el edificio la portada ya no estaba. Apareció en el chalet de un millonario norteamericano en Sitges, como narra ampliamente Salamanca en el Ayer.
También fuera se encuentra la obra ‘El sembrador’de Agustín Casillas que antes se ubicara frente al edificio MAS de la carretera de Madrid, la N-501, en Pelabravo y que se encuentra en Palencia actualmente. Y por último, como curiosidad, en un chalet de la urbanización El Montico, de Valladolid, se halla un claustro neorenacentista del antiguo edificio de Correos que se encontraba en la salmantina Plaza de Santa Eulalia. Un claustro del que no hay imágenes pero que el PSOE pidió que se devolviera. Su dueño asegura que se subastó el derribo y el derribista se quedó con la propiedad del inmueble y el lo compró, lo desmontó piedra a piedra y años después lo colocó en su vivienda.
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